- Euskadi recibe esta semana nuevas dosis de vacunas de Pfizer y AstraZeneca, pero de momento no contará con las inyecciones de Moderna, cuyo envío estaba comprometido para ayer, lo que implica cambios en el calendario de vacunación y obliga a ralentizar la estrategia contra el coronavirus. Este contratiempo con las inyecciones del antídoto de la farmacéutica norteamericana afectará sobre todo al ritmo de vacunación de los profesionales sanitarios, que son a los que, en un principio, el Departamento de Salud había dirigido este suero.

No obstante, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, confió en aplicar las vacunas de la reserva estratégica y seguir con la primera línea de profesionales del sistema público esta semana y poder compaginarlo con el inicio de la vacunación en la sanidad privada, que en principio comenzará mañana. Ese mismo día también está previsto vacunar a los primeros agentes de la Ertzaintza.

Sagardui cifró ayer en el 33% el porcentaje de la plantilla de Osakidetza que se encuentra inmunizada con el ciclo completo. En declaraciones a Radio Popular, la consejera explicó que el proceso de vacunación "va", pero la cuestión es la disponibilidad de vacunas; "si nos llegan más, aumentaremos el ritmo".

Actualmente Euskadi ha administrado 57.000 primeras dosis y 42.000 segundas dosis. Las personas ingresadas en residencias han recibido prácticamente en su totalidad la segunda inyección y también han recibido la segunda inoculación contra el Sars-Cov-2 la gran mayoría del personal sociosanitario. "Esta semana también comenzaremos con la vacunación de la Ertzaintza, a la que seguirán otros cuerpos de policía, bomberos y profesorado", detalló Sagardui.

La máxima responsable de Salud incidió asimismo en que Euskadi siempre ha garantizado la segunda dosis, por lo que no se trata de una cuestión de capacidad para administrar vacunas sino de disponibilidad. "Hay muchas incertidumbres y las vacunas llegan con distintas incidencias... Hoy mismo -dijo, refiriéndose a ayer lunes- teníamos previsto recibir dosis de Moderna y aún no tenemos confirmación de que lleguen. Lo más probable es que se retrasen", lamentó. Asimismo, recordó que la administración de la vacuna "necesita de un tiempo para desarrollar inmunidad y, además, se debe ver su efectividad, por lo que se realizará un seguimiento de cuál es la inmunidad que se adquiere".

Sobre las nuevas variantes del virus que se están haciendo fuertes en nuestro entorno, la consejera admitió que "es una de las nuevas incógnitas" de la pandemia, pero "por el momento los laboratorios informan de que las vacunas son efectivas contra las variantes, como la británica o a la sudafricana".

Mientras tanto arrecian las críticas de colectivos que consideran que están siendo relegados. Por ejemplo, ya han expresado sus quejas el personal de ambulancias. Pero el hecho de que la vacuna de AstraZeneca se haya autorizado únicamente para menores de 55 años y se haya trazado un plan paralelo para policías, profesores y otros colectivos considerados "esenciales" -en la Ertzain-tza se vacunará desde mañana miércoles- antes de inmunizar a todos los sanitarios vascos, ha reactivado la polémica.

En este sentido, el Sindicato de Enfermería, Satse, denunció ayer la falta de inmunización en Euskadi de profesionales sanitarios de primera línea y, en concreto, de muchas enfermeras expuestas directamente al coronavirus que no han recibido aún la vacuna. En un comunicado, se asegura que el plan de vacunación del Departamento de Salud para el personal sanitario "hace aguas" y "ni siquiera se está asegurando a tiempo y en el tiempo previsto la vacunación de los profesionales del grupo 2, sanitarios de primera línea, y por tanto del grupo más expuesto al virus, ni en el ámbito público ni en el privado".

Además, desde el sindicato se critica que la vacunación del personal sanitario se está realizando sin tener en cuenta que la plantilla de Osakidetza no es estática, sino dinámica. "Son muchas las enfermeras y otro personal sanitario a las que no se está vacunando porque se les considera del grupo 3, resto de personal sanitario, cuando no lo son".

Por ejemplo, Satse cita a personal de quirófano que está siendo trasladado a urgencias o plantas covid; enfermeras de hemodinámica que realizan procedimientos de urgencia a pacientes a los que no da tiempo a realizar PCR; o que pertenecen al servicio de diálisis y atienden pacientes positivos de covid-19, tanto en su servicio como en las Unidades de Cuidados Intensivos a las que se desplazan; o aquellas que perteneciendo a las consultas de atención especializada son trasladadas a reforzar la Atención Primaria.

En cuanto a los trabajadores de la sanidad privada, el sindicato criticó que ni siquiera se les haya empezado a vacunar, a pesar de ser grupos prioritarios. "Aunque resulte inaudito, tenemos que movilizarnos para exigir que estos profesionales, expuestos al contagio, y que llevan trabajando con pacientes covid desde el inicio de la pandemia, sean inmunizados".

Enfermos crónicos también han expresado su malestar por el retraso. Así, representantes de personas afectadas de artritis reumatoide han trasladado al Gobierno Vasco la importancia de que estos enfermos que padecen una dolencia inflamatoria crónica -más de 22.000 en Euskadi- reciban "cuanto antes" la vacuna contra el covid-19, ya que son más vulnerables a las infecciones.

En una nota, la coordinadora recuerda el impacto que esta enfermedad genera en el entorno laboral "dado su carácter incapacitante" y al mismo tiempo reclama que los pacientes tengan acceso a "todo el abanico terapéutico".

"Esta semana vacunamos a ertzainas, a los que seguirán otros policías, bomberos y profesorado"

Consejera de Salud