Los hogares guipuzcoanos desperdiciaron en 2020 una media de 165 kilos de alimentos, un 20% menos respecto al año anterior, según un estudio realizado por la Diputación de Gipuzkoa en colaboración con la ONG Enraiza Derechos. El diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, ha presentado los resultados de dos estudios relativos a la situación y causas del desperdicio alimentario en el territorio, elaborado a partir de encuestas cualitativas y cuantitativas en 20 hogares del territorio, tanto del entorno rural como urbano, ha informado la institución foral en un comunicado.

El resultado de las encuestas arroja que los hogares guipuzcoanos desperdiciaron una media de 3,15 kilos de alimentos a la semana, lo que suma la cantidad de 165 kilos al año, un 20% menos que en 2019, cuando se tiraron a la basura 200 kilos de comida por familia.

El 45% corresponde a desperdicios alimentarios comestibles, fundamentalmente alimentos cocinados, frutas y hortalizas, y en menor medida pan, salsas y aceites, huevos y lácteos.

Respecto a los motivos, el 23% de la comida se desecha por haberla dejado olvidada en la nevera, otro 23% son restos del plato, el 15% corresponde a sobras no aprovechadas y el 13% a productos caducados.

Además, el 82% de los encuestados considera que es "muy importante" el problema de los desperdicios alimentarios, mientras que el 81% cree que su hogar se encuentra por debajo de la media en generación de residuos de este tipo.

La Diputación ha destacado que el desperdicio alimentario constituye un problema mundial, como demuestran las cifras estimadas por la ONU, que sostiene que a nivel global se tiran 1.300 millones de toneladas anuales de alimentos, un tercio de la producción del planeta.