- La llegada ayer de la primera remesa de la vacuna de AstraZeneca obliga a modificar toda la estrategia de vacunación. La decisión del Ministerio de Sanidad de pinchar este antídoto solo a los menores de 55 años fuerza a adelantar la vacuna a determinados colectivos que no estaban considerados prioritarios en este primer trimestre del año. Y es que el plan de vacunación fijado preveía que, tras los de la primera fase (residencias, sanitarios y grandes dependientes), el próximo grupo fuera el de las personas de más de 80 años.

Pero como en los ensayos clínicos de AstraZeneca no había suficiente muestra de personas mayores de 65 para demostrar su efectividad, ahora los sanitarios de segunda línea, como por ejemplo odontólogos o fisioterapeutas, y profesionales considerados esenciales como docentes o policías, recibirán la vacuna antes que los mayores de 80 años, donde la letalidad es mucho mayor.

Algunas comunidades, como Aragón, ya han adelantado que usarán esta nueva vacuna preferentemente para profesionales sanitarios y sociosanitarios que no se habían inmunizado hasta ahora, así como en estudiantes de ciencias de la salud y diferentes colectivos de trabajadores y profesionales como fuerzas de seguridad, protección civil, personal de prisiones o personal docente.

De hecho, una de las principales dificultades de la campaña es saber quién puede recibir los diferentes tipos de antídoto. Por ello, esta limitación de edad para la vacuna de AstraZeneca complica mucho la parte logística, porque buena parte de los colectivos esenciales trabajan hasta los 65 años, por lo que se tendrá que filtrar a personas.

En Euskadi, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, no ha fijado plazos ni calendarios concretos para las sucesivas fases de inmunización ya que Osakide-tza condiciona todo el proceso a la disponibilidad de dosis. En concreto, y según los datos aportados, hasta el viernes habían sido 68.627 las vacunas administradas en Euskadi. En total 21.634 personas habían recibido ya la doble dosis y podrán tener inmunidad a la semana de recibir el segundo pinchazo. Además, casi el 30% de la plantilla del Sistema Vasco de Salud ha sido también vacunada.