abricar productos de materiales sostenibles y que puedan volver a introducirse en el circuito una vez concluya su vida útil. Este es uno de los fundamentos de la economía circular y, conscientes de que el cuidado del medio ambiente es uno de los aspectos diferenciales, emprendedores guipuzcoanos se han puesto manos a la obra para incorporar la sostenibilidad a sus modelos de negocio. El III Encuentro de Economía Circular organizado por la Diputación y que se ha celebrado online desde el miércoles ha permitido poner en el escaparate algunas de las buenas prácticas que actualmente se desarrollan en el territorio. De la mano del foro de emprendedores de Adegi, cuatro jóvenes explicaron sus iniciativas.

La sostenibilidad y el sector siderúrgico no siempre casan de forma óptima. En i2U son conscientes de ello: "Es un sector tradicional en el que la tecnología desarrollada ha ido orientada a mejorar la producción, no la logística, donde hay mucho margen de modernización", explica Martin Zozaya.

Por ello, esta start up ha apostado por la automatización de los almacenes del sector siderúrgico: "Automatizamos la toma de decisión, añadiendo todas las variables que influyen en el almacén para que sea autónomo. Así aumentamos la productividad de los almacenes, ahorramos costes a los clientes y reducimos la necesidad energética de estos almacenes. Además, también reducimos la tasa de accidentes laborales", explica Zozaya, que ahonda: "Son almacenes en los que hay más caos. El 70% son movimientos de destape, movimientos de recolocación interna, no productivos. Automatizando la toma de decisiones conseguimos que la tasa de destape pase al 25% y conseguimos un ahorro energético del 20%".

Zozaya destaca que se trata de un "impacto importante", aunque represente a "un pequeño nicho de toda la cadena". "Todo esto tiene sentido porque el cliente quiere pagar por estas soluciones. Utilizar la tecnología como palanca de cambio para aportar valor al cliente y a partir de ahí tener un sector más sostenible, con menor impacto ambiental", apunta.

La economía circular no tiene límites y si es aplicable en el sector siderúrgico, puede emplearse también en el turístico. Buen ejemplo de ello es la actividad que desarrolla la consultoría Bilibin, que ofrece herramientas y metodologías para ayudar a transitar a las empresas del sector de una economía lineal a una circular.

"Hacemos un escáner exhaustivo a un producto o servicio que nos permite comprender la foto inicial sobre qué impacto ambiental y social tiene y así llevar a cabo un plan de acción y una implementación", explica Dawamoru Fernández, que añade que además, ofrecen cursos de formación y sensibilización a los trabajadores.

De momento, los resultados son visibles en la reducción de residuos, del despilfarro alimentario o incluso en la reintroducción de residuos en el ciclo económico. Reflejo de ello es la experiencia desarrollada en los apartamentos Mari Mar de Igeldo, que ha introducido conceptos como la separación fraccionada de los residuos de los huéspedes, la elaboración de compostaje orgánico en sus propias instalaciones o una oferta de desayuno sin plástico y de kilómetro cero. Además, el compostaje que producen se reutiliza en otra empresa de la misma familia dedicada al cultivo de flores. "Es nuestra forma de cerrar el ciclo", señala Fernández.

No es el único establecimiento en el que han aportado su granito de arena: el hotel Lasala Plaza o el bar Matalauva también han utilizado sus servicios.

"El sector está en un momento de incertidumbre por la crisis sanitaria, pero también de crisis climática. El año pasado las empresas acudieron a nosotros porque decidieron aprovechar el parón como oportunidad para salir de esta más resilientes y mejor posicionadas", celebra.

Conscientes de que en la actualidad únicamente el 10% del plástico que se produce en el mundo se recicla, en Ekomodo trabajan para mejorar estas cifras. Han apostado por dar una vuelta de tuerca al mercado de productos reciclados, que habitualmente luchan contra el estigma de ser "de baja calidad y poco atractivos".

Tras un exhaustivo examen de las necesidades del mercado, han puesto en marcha una serie de productos funcionales en el día a día (como bolsos, carteras o fundas para el portátil, entre otros) de diseño minimalista.

"El diseño de nuestros productos está pensando para ser reciclable y reciclado, es decir, para volver a entrar en la economía".

Pero además de tener en cuenta el aspecto sostenible en su proceso de producción, también contemplan el aspecto social: "A la hora de confeccionar los productos contamos con talleres de inserción social, con personas que están en riesgo de exclusión", cuenta García.

Pero no solo trabajan su propia línea de productos, sino que colaboran con empresas para integrar la economía circular dentro de sus estrategias. "En Irizar, por ejemplo, hemos reciclado 1.500 kilos de residuos y los hemos reconvertido en productos para sus trabajadores", relata.

La conciencia ambiental de Iñigo Benedicto le ha llevado a crear Actueight, una aplicación móvil gratuita para particulares y de pago para empresas que plantea la sostenibilidad como un juego o reto en el que superarse a uno mismo. "En grupo se hacen retos más complejos y de forma más rápida. Motiva para hacer más acciones. Por eso hemos creado el concepto de coopetitividad en vez de competitividad, marcando ocho retos asequibles para cada persona. Tenemos que tener claro que nuestra competencia es el que no hace nada, no el que como yo hace algo", dice Benedicto, que considera necesario "sacrificar la excelencia" para conseguir dar pasos adelante importantes en el compromiso individual contra el cambio climático: "Gastamos mucha energía en cosas que no son útiles. Tenemos que sacrificar la excelencia por la efectividad, lo que necesitamos es que cada vez más gente se sume a este cambio".

Sostenibilidad. El Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente ha resuelto destinar 3,3 millones a apoyar 163 proyectos de ayuntamientos y entidades locales, para llevar a cabo acciones de desarrollo sostenible hasta el año 2022 en cinco ámbitos prioritarios de actuación: acción climática, economía circular, suelos contaminados, patrimonio natural y educación por la sostenibilidad. Se trata de proyectos que serán desarrollados por ayuntamientos, mancomunidades, agencias de desarrollo local y otras entidades locales. De ellos, 67 se llevarán a cabo en Gipuzkoa, 64 en Bizkaia y 32 en Araba.

"Tenemos que sacrificar excelencia por efectividad, necesitamos que más gente se sume al cambio"

Actueight

"El diseño de nuestros productos está pensado para ser reciclables y reciclados"

Ekomodo

"Las empresas han aprovechado el parón como oportunidad para salir mejor posicionadas"

Bilibin

"Hay que usar la tecnología como palanca de cambio para aportar valor y tener un sector más sostenible"

i2U