- Remei Sipi, que hace medio siglo llegó a Catalunya, donde ha trabajado como funcionaria de Justicia hasta su jubilación en 2016, se muestra muy agradecida a la Fundación Sabino Arana por la distinción que le otorgará este domingo. Un premio a su incansable contribución en favor de las mujeres migrantes, que le ofrece la posibilidad de visibilizar el trabajo que llevan a cabo muchas mujeres africanas, al tiempo que incorporan sus saberes y formas de hacer al conjunto de la sociedad. Diplomada en Educación Infantil, tiene estudios de Género y Desarrollo por la Universidad Autónoma de Barcelona fue presidenta de la Asociación Riebapua compuesta por miembros de la comunidad bubi de Guinea Ecuatorial, cofundadora y miembro en diferentes roles y cargos en asociaciones como Federación de Asociaciones de Mujeres Africanas en España, Xarxa de Dones Migrants de Catalunya, Red de Mujeres Negras y Minorías Étnicas de Europa, Asociación de Intelectuales Africanos en España, o Mfundi-KUPA, plataforma de apoyo a los presos políticos de Guinea Ecuatorial. Remei Sipi dirige también la editorial Mey, especializada en literatura guineoecuatoriana, que abre las puertas a variados relatos de autores africanos. Es por ello que su figura es de un gran valor, dado que sus trabajos, conocimientos y su compromiso por las causas sociales en defensa de la mujer africana, las minorías étnicas y los emigrantes hacen de ella un referente para las generaciones actuales y venideras. Una dilatadísima carrera profesional cargada de una gran dedicación en pro de las mujeres e inmigrantes en aquellos lugares en los que, por diferentes motivos, los derechos humanos básicos siguen quebrantados.

Aparte de la lógica satisfacción por un premio, ¿cómo valora la distinción que le otorga la Fundación Sabino Arana?

-Me produce una honda satisfacción personal, ya que procede de una institución prestigiosa como es la Fundación Sabino Arana y, sobre todo, porque es a través de mi reconocimiento como dejo entrever la visibilización de todo aquello por lo que tantas mujeres negras llevamos tanto tiempo luchando.

Hace muchos años una ONG que trabajaba en Camerún dijo que su organización dirigía sus ayudas a mujeres y asociaciones de mujeres porque era la mejor forma de que esa ayuda repercutiera en toda la sociedad. ¿Sigue siendo así? ¿La mujer es el motor de África?

-Es como su informante dijo, porque las mujeres africanas son las que sustentan el día a día, no solo de las economías domésticas, sino que me atrevería a aseverar que del conjunto de las necesidades de las sociedades en que habitan. No me canso de afirmar que las mujeres africanas somos grandes creadoras de estrategias para la supervivencia.

En Europa y Occidente la situación de la mujer camina hacia una mayor igualdad. ¿Es también así en África o al menos en el África subsahariana que usted conoce?

—Destacaría, en primer lugar, que el camino en la lucha por la equiparación de géneros es a ojos vista muy desigual. África después de la descolonización, con los efectos nocivos hacia nuestras sociedades y el desarrollo de nuestras culturas autóctonas, implicó una paralización en el caso que nos ocupa de las luchas preexistentes por la igualdad. En mi último ensayo, Mujer africana: más allá del tópico de la jovialidad, expongo precisamente algunos de los diferentes feminismos existentes en África, para que las nuevas generaciones de jóvenes puedan beber de nuestras propias fuentes y cómo encaramos la lucha por la igualdad.

Inmigrante, negra, pobre€ y mujer. ¿Cuáles de estos epígrafes pesan o laceran más? ¿Y cuándo se dan todos juntos?

-Se da el caso de que por el hecho de ser mujeres migrantes, negras y pobres resulta difícil establecer la gradación en que estas situaciones marcan las biografías de tantas mujeres. Así como la enorme dificultad que implica diferenciar las vivencias por las que atravesamos muchas personas en cada biografía particular. Esto supone a la vez enormes distorsiones entre la propia imagen y la percepción que de nosotras se tiene, con las conocidas dificultades que se expresan a través de comportamientos xenófobos, cuando no directamente racistas.

¿Europa es una buena casa de inmigración acogedora para las personas que sufren los epígrafes anteriores?

-No lo es desde el momento en que es Europa la que tendría que refrescar la memoria histórica y empezar a reconocer sus comportamientos tan alejados de la solidaridad y del ejercicio de los derechos humanos más elementales.

¿Cree que las políticas de igualdad de oportunidades que proponen las feministas son bien llevadas hacia delante en este país?

—Ha habido un largo camino recorrido con logros significativos respecto a las propuestas feministas, pero falta mucho trecho por recorrer. Desde el momento que el camino hacia la igualdad salarial aún está por llegar, así como la representación en altos cargos, sobre todo por lo que se refiere a la esfera privada. Entre otras muchas cuestiones.

Aunque vive en Catalunya desde hace muchos años, usted es de origen bubi. Dentro de la situación africana, negra y mujer, ¿cómo es la situación de los bubi en Guinea?

-En Guinea, siendo un país de férrea dictadura, tanto bubis como el resto de grupos étnicos vivimos en una situación de marginalidad, tanto hombres como mujeres. Guinea Ecuatorial es un país multiétnico y por lo tanto multicultural, donde el respeto a los derechos humanos brilla por su ausencia. Así, las mujeres bubis, que somos matrilineales, nos encontramos en una situación de exclusión total en todas las esferas de decisión y somos invisibilizadas por sistema, tanto política como socialmente.

Ahora recibe un premio, pero estar siempre en la parte que defiende a los perdedores en Guinea, África, Catalunya o Europa, ¿es fácil seguir adelante?

-La verdad es que resulta muy complicado, en tanto que premiar significa dar visibilidad, lo que implica el reconocimiento público de nuestras realidades. Las sociedades en que desarrollamos nuestro trabajo y nuestras luchas no nos ven, nos ignoran y no estamos incluidas en las agendas. Por eso, y porque este premio da esa visibilidad, es por lo que estoy agradecida.

Mujer africana, minorías étnicas, migrantes€. ¿Por qué cree que pasan los años, las décadas y sus derechos humanos siguen quebrantados? ¿Acaso sea imposible conseguir que sean respetados?

-De un tiempo a esta parte, parece ser que la humanidad ha obviado los valores que nos identifican como humanos -la solidaridad, la empatía y la colaboración-, sustituyéndolos por el egoísmo excluyente y nocivo que implica dar más importancia al tener y el poseer a costa de la marginación de amplias capas de la sociedad y sus consecuencias: incremento de las desigualdades, pobreza y violencias. De todos y todas nosotras depende poder dar un giro, social, económico y ecológico, ya que la supervivencia como especie depende de nuestra capacidad para cambiar estas situaciones de injusticia.

Las pateras siguen llegando, son miles los inmigrantes a los que no se regulariza, muros, verjas, concertinas... Ante esto, usted y las asociaciones a las que pertenece, ¿qué más pueden hacer?

-El horizonte en estos momentos parece que nos indica que la mejor manera de evitar estas migraciones mortales y sus nuevas formas de esclavitud pasan por informar a la población joven en sus países de origen de las durísimas realidades con que se van a encontrar en Europa y la crueldad que impregna su camino desde el principio, hasta la llegada a su meta o, quizá, no.

¿Por qué piensa que se sostiene durante tantas décadas la dictadura en Guinea? ¿Cree que se podrá acabar con ella?

-¿Que por qué se sostienen las dictaduras y en concreto la guineana? Creo que esta pregunta tendríamos que trasladársela a los gobiernos de España, Estados Unidos y Francia, entre otros, así como a los consejos de administración de las petroleras y otras empresas extractoras que trabajan sobre el terreno. Siempre sería más positivo y menos sangriento para las poblaciones locales encontrar esa respuesta.

Tantos años dedicados a luchar por los derechos humanos de mujeres, de inmigrantes o de etnias aherrojadas la convierten en un referente. ¿Piensa que su testigo lo cogen las nuevas generaciones de jóvenes?

-Tengo que decir con mucho orgullo y alegría que hay grupos de jóvenes que están trabajando bastante bien y además en red. Esto me hace pensar que el trabajo que hemos hecho está dando sus frutos. Y desde aquí quiero aprovechar para animar a la juventud afrodescendiente a que continúe en esta línea, para seguir generando espacios de encuentro y debate como son Conciencia Afro, Black Barcelona, Riwata y Oloita Lue Esesepe, entre otras.

"Las ayudas a asociaciones de mujeres africanas son las mejores porque repercuten en toda la sociedad"

"En Guinea, al ser un país de férrea dictadura, tanto bubis como otros grupos étnicos vivimos en la marginalidad"

"Para evitar las migraciones se debe informar a los jóvenes en sus países de origen del futuro que les espera aquí"