DONOSTIA - La segunda de dosis de la vacuna del COVID-19 en las residencias de Gipuzkoa comenzará a inocularse el domingo, según anunciaron ayer el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y la diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña, que señalaron que ayer comenzó la vacunación de la primera dosis en las residencias de personas con discapacidad y con patologías que afectan a la salud mental.

La segunda dosis de la vacuna no llegará a las dos residencias con brotes activos (Debagoiena en Aretxabaleta y Txara) en las que, apuntó Peña, una vez Osakidetza dé luz verde se procederá de inmediato a la vacunación.

Hasta la fecha 59 de las 65 residencias del territorio han recibido ya la primera dosis de la vacuna y, aunque todavía no se disponen de datos concretos, la Diputación de Gipuzkoa calcula que a fecha de hoy se habrán suministrado 7.600 dosis, también en aquellas residencias que faltaban excepción hecha de las dos en las que se ha detectado un brote.

Pese a que la campaña de vacunación se ha hecho "con normalidad y sin demoras" con el ritmo que ha marcado "la llegada de las vacunas". Si algo tienen claro los responsables forales es la necesidad de "mantener la alerta".

Si todo marcha según lo previsto, informó Peña, para la primera semana de febrero "prevemos que todos los usuarios y trabajadores de las residencias estén ya vacunados".

A este respecto aseguró que la respuesta por parte de las trabajadoras a la llamada para vacunarse está siendo "muy buena".

Markel Olano quiso subrayar que la Diputación considera que la decisión de Osakidetza y el departamento de Salud del Gobierno Vasco de reservar la mitad de las dosis de las vacunas recibidas es "muy acertada", ya que ha hecho posible que se pueda dar inicio a la segunda ronda logrando así que la vacuna sea "eficaz".

Cuando se finalice las dos líneas de vacunación iniciadas, las de las residencias y la comenzada ayer con las personas con discapacidad, se comenzará el calendario para seguir avanzando, con los Centros de Día como siguiente etapa.

A este respecto Maite Peña señaló que todavía queda por definir si la vacunación se llevará a cabo en los propios Centros de Día o en los Centros de Salud. "Se seguirá el protocolo que dicte Osakidetza en todos, absolutamente todos, los centros de Gipuzkoa, sin ninguna excepción", apuntó la diputada de Políticas Sociales, en clara referencia al centro de Oiartzun cuya directora se negó a administrar la vacuna a los usuarios.

Porque, tal y como subrayaba ayer Markel Olano, la vacunación "no conlleva la inmunización, si no la protección". De ahí que en un plazo muy dilatado de tiempo, de momento incalculable, no se pueda bajar la guardia y os protocolos de protección y prevención se tengan que mantener sin bajar la guardia.

Olano y Peña expresaron su preocupación porque es previsible, tal y como ha ocurrido hasta la fecha, que la tendencia de contagios en la sociedad tenga su reflejo en las residencias. Tomando en consideración el aumento de casos en Euskadi, todo hace pensar que puedan aumentar los positivos en las residencias.

De momento en Gipuzkoa ya se ha dado el primer positivo en una persona que había recibido la primera dosis de la vacuna aunque todo apunta a que podría haber estado contagiada con anterioridad, ya que el PCR se le hizo pocas horas después de recibir la dosis.

Lo que los responsables forales volvieron a destacar es que no hay cabida para la relajación ya que los efectos prácticos de la vacuna no llegan hasta una semana después de haberse inoculado la segunda dosis. "Es vital seguir profundizando en todas las medidas preventivas, que es nuestro caballo de batalla para hacer frente al COVID-19 en las residencias de Gipuzkoa", apuntó Markel Olano.

El diputado general apuntó que los actuales, con 53 casos activos en nueve centros, son los datos "menos malos" que se han computado en las residencias del territorio desde el 15 de octubre, pese a que siguen siendo dígitos muy negativos. Y es que la pandemia ha causado la muerte de 312 de personas en las residencias de Gipuzkoa, de las que 168 fallecieron durante la primera ola y 144 en la segunda.

En esta segunda ola la fotografía de lo que ocurre en las residencias difiere de forma notable de lo ocurrido en la primera. Y es que, explicó Olano, mientras en la primera ola apenas existía diferencias entre la transmisión constatada en los trabajadores y en los usuarios, en segunda ola son más los positivos detectado entre los trabajadores. Los cribados y los protocolos estrictos imperantes han logrado que pese a que en la totalidad de las residencias se ha dado algún positivo entre el personal "solo en 32 menos de la mitad, se ha dado transmisión a los usuarios", pese a que el hecho de los cuidados requieren de un contacto directo. La realización de cribados es clave para poder mantener esta situación cuando, además, se ha hecho un esfuerzo ingente para lograr un equilibrio para garantizar también la salud emocional de los usuarios posibilitando visitas y salidas.

Desde el pasado mes de julio en las residencias de Gipuzkoa se han llevado a cabo 82.162 PCR y solo en la última semana se han efectuado 6.600 pruebas, de las que 5.500 se ha realizado al personas de las residencias para detectar asintomáticos.

Por último, el diputado general puso la lupa e el esfuerzo económico que está realizando la Diputación para plantar cara a la pandemia, destinando a tal fin 13,2 millones de euros en 2020 y contemplando una partida de 10,5 millones para 2022.

Todos los esfuerzos serían inútiles si "la ciudadanía no mantiene la tensión y hace un esfuerzo individual, colectivo y solidario para adoptar todas las medidas de prevención", concluyó Olano.