- Maider Sierra es psicóloga de la Asociación contra el Cáncer (AECC) en Gipuzkoa y lleva doce años combatiendo el tabaco y guiando terapias de deshabituación tabáquica. Desde lo que ella llama la preley, cuando se estaban sentando las bases de la normativa que ahora cumple diez años.

Vayamos diez años atrás, cuando se podía fumar en los bares. ¡Qué lejos queda!, ¿no? ¿Cómo recuerda aquel trance?

-Lo que viví es que la gente que quería dejar de fumar, aprovechó la ocasión para hacerlo. En septiembre de 2010, después de vacaciones, hubo un boom total, fue impresionante. La ley antitabaco entraba en vigor en enero de 2006. La lógica era: como no se va a poder fumar en ningún lado€

Hubo resistencias también...

-Muchos pensaban que se estaba coartando su libertad. Es curioso, porque eso lo estoy escuchando ahora mismo, estos días. Pero, aunque genere mucho revuelo y haya personas que consideren que se están vulnerando sus derechos, como ha sucedido con la mascarilla para el COVID-19, tenemos una gran capacidad para asumir una imposición como esta. Y hace diez años me acuerdo que la ley antitabaco dio la oportunidad a muchas personas que querían dejarlo.

¿Cómo estamos hoy? ¿Nos hemos relajado? ¿Se cumple aquella ley? ¿Hay que ir más allá?

-Yo creo que sí nos hemos estancado a nivel político, pero el objetivo sigue siendo ir ganando espacios sin humos; no quedarnos solo en los bares, sino ganar las playas, por ejemplo: ir ganando espacios saludables. Pero a nivel social, yo creo que en algunos lugares se ha relajado mucho la cosa. Ahora mismo, con el tema del covid y que la hostelería ha estado cerrada, no lo escucho tanto, pero antes de la pandemia, en espacios sin humo que legalmente no se puede fumar, aún escuchas a gente, sobre todo jóvenes, decirte: ¿Que no se puede fumar? Pues será en tu pueblo. Es lo que sucede cuando incumplir las normas no tiene una consecuencia.

¿Y por qué lo dejan actualmente quienes deciden dar el paso?

-Yo creo, por lo que escucho en los grupos, cuando las personas quieren dejar de fumar, una de las cosas que dicen es: me siento el raro, el marginado o soy de las últimas que quedo. Porque es cierto que se ha avanzado mucho en diez años. De hecho, es habitual escuchar entre los fumadores: ¿Os acordáis cuando se podía fumar en los autobuses? ¿Os acordáis cuando se podía fumar en los bares? Como si hubiera sido en otro mundo o en otra vida. Está muy normalizado, muy interiorizado, que no se fuma en determinados lugares.

Exceptuando a ciertas horas€

-Lo que sucede es que, para los adolescentes, los jóvenes, la realidad es otra. Ellos no van a las cinco de la tarde al bar. Y lo que ven es esa parte que no vemos otros muchos. Cuando les dices que en los bares no se fuma, te responden: ¿Será cuando vas tú, no? Eso yo lo he escuchado en más de un instituto. Y me parece una manera muy bonita de decirnos que hay diferentes realidades. Y esto que de día está muy naturalizado, no fumar en los bares, pues de noche lo es menos porque nos olvidamos un poquito las normas.

¿Qué suele pensar un fumador de las leyes antitabaco?

Pues esta ley tiene una valoración muy buena. De forma general, tanto de fumadores como de no fumadores. Las encuestas, de hecho, cuando se le pregunta a la gente si hay que ir ganando espacios saludables, la respuesta suele ser que sí; de fumadores y de no fumadores. Es importante ir ganando espacios y eso lo reconocen muchos, otra cosa es si a la persona le resulta fácil dejarlo o no. Pero la gente dice que sí, que deberíamos seguir ganando espacios libres de humo.

¿La edad es un factor para dejar de fumar?

-La edad sí es un factor para dejar de fumar, pero lo que más está ayudando es que no esté tan normalizado. El hecho de que haya una ley hace que no esté tan normalizado fumar. La norma siempre ayuda, al menos a plantearlo.

¿Y las razones son?

-Las razones para dejar de fumar no han cambiado. Empieza por lo mismo de hace 30 años, la curiosidad, lo hace no sé quién, por integrarte en el grupo€ Le escucho decir lo mismo a los de 50 años y a los de 14; la diferencia es que ahora hay más información, pero la información no es la solución.

¿Hay un perfil de quien acude a ustedes a dejar de fumar?

-Las que vienen habitualmente son personas que lo han intentado en anteriores ocasiones y no lo han conseguido, o personas que no lo han intentado nunca y no se sienten capaces para dar el paso. A nosotros nos vienen casos complicados (según datos de la AECC, un 62% de quienes realizan una terapia de deshabituación tabáquica con ellos consigue dejar el tabaco). Pero hay muchas maneras: libros de ayuda, hipnosis. Podríamos hablar luego de la efectividad. Una persona que se plantea dejar de fumar, puede lograrlo sola, pero está demostrado que con ayuda la posibilidad aumenta en un 10%.

¿Es posible avanzar más?

-Nosotros, ahora te hablo como sociedad vasco-navarra de prevención de tabaquismo, sí estamos intentando que ahora, con el tema del covid y las mascarillas, sea el momento en que no se pueda fumar en las terrazas. De hecho, hace un par de meses que no se puede en las terrazas, en teoría. Justo antes de la pandemia, a nivel nacional, estaban valorando hacer modificaciones en esta ley. Por ejemplo, seguir ganando espacios como las playas, terrazas y coches, pero se paró.

¿Cosas que se quedaron en el tintero hace diez años?

-El tema de los coches cuando van menores, eso también está pendiente. Y luego el tema de las cajetillas neutras. En la ley de hace diez años se quedó ahí, pendiente. La publicidad es algo que influye mucho en que la gente fume. Se ha ido regulando con el tiempo y otra de las propuestas es que todas las cajetillas sean neutras, que tengan un color gris. Que la imagen no sea atrayente.

Hágame una radiografía rápida de juventud y tabaco.

-La gran mayoría de los nuevos fumadores son adolescentes que empiezan a probar algo de tabaco, bastantes veces con cannabis. Son dos sustancias que están muy ligadas. Luego está el tema del género: se ha hablado bastante en estos últimos años que empiezan las chicas antes que los chicos. Está demostrado que tiene que ver con el deporte, los chicos siguen más en el deporte, hasta los 20 muchos; y las chicas normalmente dejan el deporte antes, por eso en los últimos años se ve que las chicas empiezan antes que los chicos a fumar, pero también lo dejan antes, relacionado con los proyectos de vida. Son tendencias.