- El sorteo de Lotería de Navidad, que nadie olvidará como consecuencia de la pandemia del COVID-19, apenas afectó a Bizkaia. Y bastante menos al resto de Euskadi, que ni olieron los premios de entidad.

Una serie del Gordo en Bilbao, otra del segundo premio en Barakaldo, y más de 120 billetes de uno de los ocho quintos premios, consignados en Berriz, fueron los escasos síntomas de alegría ayer en el territorio que dejaron en total algo más de 13 millones de euros en premios.

Poco bagaje para un territorio que se jugaba ayer 87,4 millones de euros. Una cifra bastante inferior a los 96,79 millones de euros que los vizcainos invirtieron en el mismo sorteo del pasado año.

De todas maneras, esta bajada de casi un 10% en las ventas con respecto a la lotería comprada en 2019 es una perdida bastante menor a la que esperaban los loteros del territorio, los cuales, a pocos días del sorteo, la cifraban en una horquilla que iba a rondar entre el 20 y el 30%.

Sin duda los efectos de la pandemia del coronavirus, con unas ventas casi residuales en el verano por la falta de turistas, una hostelería cerrada durante cinco semanas entre noviembre y diciembre, a lo que se añade una movilidad restringida al municipio propio o el colindante, se reflejaron en las ventas para el sorteo más cotizado del año, pero parece que al final no ha sido para tanto.

De hecho, aunque en algunos premios menores se devolvieron muchos billetes, en ninguno de los tres grandes Hacienda ha sido la gran beneficiada, un temor que muchos jugadores habituales tenían en mente, por la disminución en las ventas con respecto a sorteos anteriores.

Por lo que respecta a Bizkaia, la mayor cantidad de dinero se repartió desde la única administración de Berriz. De las 150 series que tenía asignadas del 55483 repartió 120, en total 7.200.000 euros en décimos que viajaron a dos establecimientos hosteleros de Bilbao y el colegio público Zabalarra de Durango. Alrededor de 70 empleados de la plantilla del centro brindaron ayer, eso sí, “con mascarillas y distancias”, por los 120 décimos que compraron y que les supondrá una buena inyección económica al estar agraciado cada uno con 6.000 euros de premio.

Era el número del centro, por lo que lo han compartido casi todos, desde profesores hasta personal de limpieza y del comedor. Un guarismo muy azaroso porque nadie lo eligió. “Fue el que nos dieron. En los últimos años, hemos venido adquiriendo los décimos en la misma administración de Berriz, porque sus responsables son conocidos de alguien del colegio”, explicaron desde el centro.

Aunque de manera escasa por la cantidad, el Gordo tampoco quiso pasar de largo por el territorio y dejó una sola serie del número 72897. La repartió por la zona de Zurbaranbarri la lotera del barrio y lo hizo con una sensación agridulce a la hora de celebrar el evento y acordarse de su marido fallecido hace diez meses.

Esta administración número 58 de la villa, bisoña en su servicio ya que se abrió hace dos años, distribuyó cuatro millones de euros en diez boletos. Un hecho que supone que Bilbao marque otra muesca en el listado de primeros premios vendidos a lo largo de la historia de la Lotería de Navidad, por lo que suma ya 25 Gordos.

En Barakaldo tampoco quisieron dejar la estela de localidad afortunada en Navidad. Aunque fueran testimonialmente, la administración ubicada en la avenida Juntas Generales repartió 1,25 millones de euros tras vender diez décimos del 06095. Un pellizco jugoso sobre todo para los vecinos que compraron los boletos, ya que 125.000 euros servirán para tapar muchos agujeros.

Y después viene el listado de números menores agraciados en Bizkaia. Nada más comenzar el sorteo con mayor seguridad sanitaria posible, lo que lo prolongó una hora más de lo habitual, los niños de San Ildefonso cantaron hasta cinco quintos premios seguidos, parte de los cuales fueron vendidos en administraciones del territorio. El primero, el 86986, se expidió en forma de décimos y tickets de máquina en la administración de Lotería Ormaechea de Bilbao, en el barrio de Astrabudua de Erandio y en una tienda ubicada en el Puerto Deportivo de Getxo. Después se comprobó que una serie entera del segundo quinto, el 37023, había caído en la plaza de Cruces en Barakaldo, y repartió otros 60.000 euros. El último de los grandes premios, el octavo quinto, el 43831, distribuyó 66.000 euros en Bizkaia. Y Ormaechea también notificó haber vendido otra serie del quinto que tantos millones dejó en Berriz. Además, el 28674 se dejó querer en dos administraciones de Leioa, las número 1 y 4, ubicada esta última en el centro comercial Artea, con una serie vendida en cada una. El 43831 tenía consignada una serie en el despacho 5 de Getxo, y un décimo de máquina en otra administración ubicada en la capital vizcaina.

Por lo que respecta al resto de los territorios vascos, la suerte fue todavía más esquiva. La única reseña en Araba fue una serie del número 43831 en Gasteiz, 60.000 euros de premio.

En Navarra el sorteo dejó 224.000 euros en una serie de un cuarto premio vendida en Cascante y en cuatro décimos de dos quintos premios que cayeron en Pamplona y Tudela.

En concreto, la administración situada en la calle Romero 19 de Cascante vendió una serie del número 38341, el segundo cuarto premio del sorteo. También se vendieron cuatro décimos de dos quintos premios, dotados con 6.000 euros cada uno. Por un lado, dos décimos del número 96986 fueron vendidos en un establecimiento de la calle Ciudadela de Pamplona, y un décimo de este mismo número fue despachado en Tudela, en la administración de la plaza de los Fueros. También en la capital ribera fue vendido un décimo del número 43831.

Alrededor de 70 empleados del colegio público Zabalarra de Durango habían comprado 120 décimos de un quinto premio