- Europa se cierra por Navidad. Cada vez más países optan por el confinamiento estricto durante las vacaciones para doblegar la curva de contagios por COVID-19, incluso aquellos que en principio tomaron medidas más laxas. Mientras, la vacuna de Biontech y Pfizer podría recibir el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) el 23 de diciembre, según publicaron ayer diarios alemanes

Después de meses de medidas ligeras basadas en atribuir a sus ciudadanos una actitud inteligente y respetuosa con los demás, el Gobierno holandés ha optado por cierres y restricciones ante el aumento de contagios y el riesgo de saturación de los hospitales.

El primer ministro francés, Jean Castex, dijo ayer que no puede garantizar que los bares y restaurantes reabran el próximo 20 de enero como había anunciado previamente, e insistió en que la medida dependerá de la situación epidémica. El jefe del Gobierno francés insistió además en su advertencia de que el período navideño es "propicio a una aceleración del virus".

El sector de la restauración es uno de los más afectados por la crisis del coronavirus en esta segunda ola. Ya en octubre, el toque de queda en grandes ciudades les obligó a cerrar a las 21.00 horas, y con el confinamiento tuvieron que bajar la persiana por completo el pasado 30 de octubre.

Francia sustituyó ayer el confinamiento nacional por un toque de queda entre las 20.00 y las 06.00 horas, que se mantendrá hasta el 20 de enero, a excepción del 24 de diciembre, para permitir los encuentros familiares en grupos limitados a seis adultos.

Alemania registró 14.432 nuevos contagios con COVID-19 en las últimas 24 horas, mientras que la cifra de víctimas mortales alcanzó los 500, la tercera más elevada en toda la pandemia. El número de positivos desde que se dio a conocer el primer contagio en el país a finales de enero asciende a 1.351.510, con 22.475 muertos. En el conjunto de Alemania, la incidencia acumulada en los últimos siete días se sitúa en 173,7 casos por cada 100.000 habitantes y las nuevas infecciones ascendieron en la última semana a 144.485.

Mañana entra en vigor el confinamiento duro acordado el domingo entre el Gobierno alemán y los 16 estados federados y que se prolongará de momento hasta el próximo 10 de enero. Las medidas restrictivas incluyen el cierre de comercios no esenciales y de escuelas, que se suman así al cese de actividad en vigor desde principios de noviembre en los sectores del ocio, el deporte, la cultura y la gastronomía. Se mantiene el límite de cinco personas de dos domicilios en las reuniones privadas, que no incluye en el cálculo a los menores de 14 años, y por Navidad, entre el 24 y el 26 de diciembre, los encuentros podrán ampliarse a cuatro personas más.

El presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, adelantó que se introducirán medidas más restrictivas para las fechas navideñas, aunque no habrá un confinamiento total como se ha decretado en Alemania. El mandatario adelantó que "a la luz de las sugerencias del Comité Técnico Científico, ahora se necesitan más medidas restrictivas". "Debemos evitar una tercera ola a toda costa, porque también sería devastadora en términos de pérdida de vidas humanas".

Según algunos medios, se tratará de ampliar el toque de queda o de cerrar los restaurantes y locales durante las festividades. Respecto a que Italia es el país europeo con más número de fallecidos por coronavirus, Conte explicó que "este triste récord depende del hecho de que el índice se desacelera más lentamente que en los otros países por el umbral de edad de la población y otros factores".

Bélgica, donde los contagios empiezan a repuntar tras semanas de descenso, no descarta endurecer sus restricciones ante las Navidades después de que países fronterizos como Alemania y Países Bajos hayan anunciado que cerrarán colegios y comercios. "Si es necesario, no solo tendremos que hacer cumplir las medidas existentes de manera más estricta, sino también hacer cosas nuevas aquí y allá para que la gente siga las reglas básicas", declaró ayer el ministro belga de Sanidad, Frank Vandenbroucke.

La media semanal de infecciones en Bélgica por COVID-19 mostró ayer un avance del 6%, si bien aún no se ha traducido en un ascenso de las hospitalizaciones o los fallecimientos, parámetros que siguen cayendo. Bélgica sigue aplicando un toque de queda nocturno, restringe al mínimo los contactos sociales, mantiene cerrada la hostelería y el teletrabajo es obligatorio. No obstante, desde el pasado 1 de diciembre, y tras un mes sin actividad, se permitió que volvieran a abrir la mayoría de comercios no esenciales.

Rusia superó ayer la barrera de los 2,7 millones de contagios por coronavirus desde el inicio de la pandemia al sumar 26.689 nuevos casos en la última jornada. En total, el país acumula desde marzo 2.707.945 casos.

Rusia se acerca además a los 48.000 fallecimientos por la enfermedad contagiosa tras notificar 577 decesos en las últimas 24 horas.

Rusia, en contra de lo que hacen otros países, sobre todo en Europa, no ha impuesto un confinamiento general ni tampoco ha decretado más restricciones de cara al periodo navideño para frenar la propagación del coronavirus. El Kremlin apuesta todo a la vacuna Sputnik V, que ha demostrado una eficacia del 91,4%, de acuerdo con el tercer y último control efectuado en la tercera fase de las pruebas clínicas.

La región Norte de Portugal sigue acaparando la mayoría de los contagios de COVID-19 en el territorio luso, con más de una decena de concejos por encima del millar de casos activos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. De los 350.938 positivos que se han registrado en Portugal desde el inicio de la pandemia, más de 185.000 fueron notificados en la región Norte. Portugal registró ayer 90 fallecidos, frente a los 98 del pasado domingo, que tuvo el récord de muertes diarias por COVID. En total, desde que estalló la pandemia, han fallecido 5.649 personas con coronavirus en el país.