Desaparecida. En Etiopía, al parecer, todavía se encuentra otra cooperante, la guipuzcoana Maider Arostegi. La voluntaria se encontraba trabajando en un proyecto educativo en la ciudad de Wakro, a 50 kilómetros de la capital de la región de Tigray, cuando estalló el conflicto armado. Tal y como contaron ayer para Radio Euskadi sus familiares, no se tienen noticias de ella desde comienzos del mes de noviembre. Cabe señalar, que la región no cuenta con electricidad ni Internet, por lo que Arostegi no podría comunicarse con el extranjero. Otro cooperante, David Unzueta, confirmó a este periódico que la embajada trató de reunirlos a los dos sin éxito.