Ni el COVID-19 ni las restricciones han cambiado la percepción de buena parte de los pequeños comercios con respecto al black friday. A pesar de las limitaciones de movilidad, según datos que manejan tanto Gipuzkoa Merkatariak como la Cámara de Comercio del territorio, el número de inscripciones "sigue la misma línea que otros años": "Los que lo suelen hacer, siguen haciéndolo y los que no, igual. La situación sanitaria no ha variado nada".

Desde hace unos años una iniciativa tan americana "que parecía que nunca iba a llegar aquí" como el black friday es ya una realidad. "Movimiento existe, no lo podemos negar", observa Julen Maiz, presidente de Gipuzkoa Merkatariak, que, no obstante, apunta que este sigue siendo minoritario entre el pequeño comercio guipuzcoano. Una reciente encuesta elaborada por esta federación entre 129 de sus socios indicaba que el 70% no participarían en los descuentos. "Un porcentaje muy similar al de 2019. No ha habido un aluvión de inscripciones", añade.

De igual manera se ve desde la Cámara de Comercio. "El número poco a poco ha ido creciendo cada año, pero este es parecido a otros. Los que ya lo hacían siguen haciéndolo y los que no, no", señala Amalur Anguiozar, directora de Promoción Territorial, que tiene claro que el black friday "llegó y se ha quedado lo queramos o no".

De este modo, a pesar de un curso tan fatídico para el comercio como este, al que el cierre obligatorio de marzo se le suman las últimas restricciones del Gobierno Vasco, los pequeños comerciantes siguen sin ver con buenos ojos una iniciativa para incentivar el consumo a un mes vista de la navidad. Lo que sí parece estar cambiando es una cualidad asociada a esta promoción como es la venta online -el lunes posterior al black friday se celebra el cibermonday con nuevos descuentos a través de las páginas web-.

"Las tiendas tratan de adaptarse a la situación para poder llegar a los clientes, pero no creo que el motivo sea el black friday", apunta Anguiozar, mientras que Maiz cree que la venta online es una posibilidad que no todos pueden tener: "Al pequeño comercio suele costarle, pero los que tienen algo más de dominio incluso pueden trabajarlo a través de las redes sociales".

Tener servicio online se ha vuelto en una herramienta fundamental en tiempos de limitaciones. Si los clientes no pueden ir a las tiendas, las tiendas van a los clientes. "La falta de movilidad se nota sobre todo en municipios grandes como Donostia, en los que se trabaja con clientes de la provincia. Pero en general hay menos personas por la calle. La gente está retraída por el virus, si no se atreve a ir a tomarse un café, no va a ir a comprar", especifican desde Gipuzkoa Merkatariak, donde van "lógica" la reacción de la ciudadanía este 2020 en el que "la salud es lo primero".

Pero no todos son malas noticias y la falta de movimientos también puede ser "una oportunidad". "Los municipios receptores sí que lo están notando porque han perdido a muchos clientes habituales, pero los grandes beneficiarios pueden ser los comercios de pueblos pequeños, a los que sus vecinos habitualmente no acudían y ahora sí lo hacen", señala, al tiempo que comenta que una vez que las restricciones desaparezcan es posible que "gracias a este experiencia" consigan fidelizarlos.

Movilidad para Navidad

Con la llegada del black friday muchos comercios que arrancan la precampaña navideña. Una campaña que este año apunta a ser completamente diferente a otras. "Intuimos que va a ser una navidad más austera, sin tener en cuenta las restricciones que todavía no sabemos si tendremos", explica Anguiozar, para quien, a pesar del ambiente propicio para el consumo que siempre se generan por estas fechas, la situación económica de la gente, con muchas personas en ERTE o afectadas por el desempleo, hará que sean "más tristes".

Para Maiz, conseguir una campaña capaz de "revertir la situación del año", es fundamental recuperar la movilidad. "La necesitamos para que haya más actividad y la gente se anime a ir al comercio local. Si todo sigue así, sería un palo pero para todos los sectores", puntualiza.

Uno de ellos es el de la hostelería, algo que puede ir más ligado de lo que se cree con el pequeño comercio. "Puede ser que todo el dinero que estos días se suele ir al ocio nocturno pueda aprovecharse para otro consumo", comenta la directora de Promoción Territorial.

Con estas restricciones, la sombra alargada de Amazon acecha a la vuelta de la esquina, transformándose en el plan A de muchos compradores. "Con sus ventajas de impuestos estamos siempre en desventaja. Siempre va a estar ahí, pero tratamos de recordar a los clientes que consumir en su municipio revierte en su propia comunidad. Consumir con nombres y apellidos es una experiencia personal y única", subrayan.