- Las dos semanas de restricciones han conseguido doblegar la curva de la pandemia con el número más bajo de nuevos contagios y de nuevas hospitalizaciones desde hace 40 días. Euskadi empieza así a corregir sus datos porque las cifras del domingo confirman que la segunda ola de la pandemia ha podido entrar en retroceso al contabilizarse 499 nuevos contagios, la menor cifra desde el 14 de octubre. El pasado 9 de noviembre las nuevas infecciones eran más del doble y los positivos se elevaban a 1.178. Entonces, la incidencia de casos por cien mil habitantes en 14 días se disparaba a 810,78 y ahora se ha rebajado a 668,60 casos.

"El cambio de tendencia que se apuntaba es evidente", resumió ayer Ignacio Garitano, portavoz de Salud, para quien la incidencia de la pandemia está reduciéndose a un ritmo "rápido". El epidemiólogo no se atrevió a pronosticar si esta tendencia continuará en los próximos días. Sin embargo, todos los indicadores muestran una sensible mejoría del escenario epidemiológico. Así, el índice reproductivo básico que determina a cuántas personas puede infectar un enfermo sigue por debajo de la zona de riesgo que es uno, y se sitúa en 0,80.

El cierre de la hostelería y el adelanto del toque de queda, junto al cierre perimetral de la comunidad y los municipios, han permitido a algunas localidades salir del mapa de máximo riesgo de transmisión del virus. Araba también quedó excluida el viernes de la zona roja y está por debajo de los 500 casos por cada 100.000 habitantes (479 el domingo), mientras que continúa descendiendo Gipuzkoa (870,8) y Bizkaia (580,9). En este sentido, Garitano aseguró que la tendencia de bajada es la misma en los tres territorios. "Cuando el ascenso ha sido exponencial, el descenso también lo es. Y estamos observando que está siendo muy rápido también en Gipuzkoa y Bizkaia".

En Gipuzkoa son ahora 29 los municipios con la tasa por encima de 500, cuando hace poco más de una semana la superaban las 34 localidades con más de 5.000 habitantes. Las últimas en salir han sido Zarautz y Urnieta.

En el terreno hospitalario también se ha mejorado. El pasado lunes día 16 se registraban máximos históricos de hospitalizados en esta segunda ola con 661 enfermos. Y ahora son 590 los vascos que necesitan atención hospitalaria. De hecho, los ingresos motivados por el coronavirus han empezado a reducirse, con una media de 49 hospitalizaciones diarias en la última semana, frente a las 71 diarias de hace dos semanas. El domingo se produjeron 22 nuevos ingresos, la cifra más baja desde mediados de octubre. Sin embargo, Garitano admitió que la situación en las unidades de cuidados intensivos todavía es "preocupante". Las UCI continúan en el escenario tres -sobre un total de cuatro- del plan de contingencia frente a la pandemia, con 318 camas abiertas, de las que están ocupadas 246 y 141 corresponden a pacientes con coronavirus.

Desde Osakidetza se alertó asimismo de que sigue existiendo un nivel de transmisión del virus "muy alto". Y eso que las últimas 7.290 pruebas PCR y de antígenos realizadas arrojan una tasa de positividad del 6,8% y se sitúa, por cuarto día consecutivo, por debajo del 7%, similar a mediados de octubre.