- Sin ver todavía la luz al final del túnel, aunque cruzando los dedos para confirmar que se deja atrás la segunda ola de la pandemia, el Gobierno Vasco prevé mantener las actuales medidas restrictivas para contener la propagación del coronavirus hasta comienzos de diciembre. Pero, en principio, tampoco se plantea "retocarlas" para aumentar las restricciones. Lakua quiere que esta segunda desescalada sea más lenta y por tanto más segura, que tras el confinamiento de primavera. De esta forma, el Ejecutivo de Urkullu pretende programar una hoja de ruta muy progresiva. Todo ello con el objetivo de que las medidas tengan un impacto favorable antes de las navidades y el periodo del invierno, que presenta más riesgos y puede aumentar los contagios.

El Gobierno de Navarra ya ha anunciado que mantendrá hasta el próximo 18 de diciembre sus drásticas medidas para contener el COVID-19, como el confinamiento perimetral o la imposibilidad de reunirse en domicilios, en vigor desde finales de octubre. La Generalitat, sin embargo, comenzará el próximo lunes la reapertura de bares y restaurantes al 30% de su aforo, pero solo hasta las 17.00 horas.

Tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, el portavoz del Ejecutivo vasco, Bingen Zupiria, recordó que las últimas medidas para frenar el SARS-COV-2, que se adoptaron el pasado 5 de noviembre y entraron en vigor el 6, son "muy restrictivas y están teniendo un efecto limitatorio de algunos derechos fundamentales", dijo, en alusión a las restricciones impuestas a la vida social y a la movilidad. Descartó la posibilidad de flexibilizar las medidas preventivas porque la transmisión del coronavirus sigue siendo "muy alta".

Los datos de ayer dibujan un escenario incierto ya que la estabilización del número de contagios no permite todavía doblegar la curva. Euskadi registró en las últimas horas 941 nuevos positivos por coronavirus, con lo que acumula dos jornadas consecutivas por debajo de los 1.000 contagios diarios, aunque la tasa de positividad ha vuelto a subir hasta el 8,9%, la más alta desde hace una semana. Y todavía lejos del umbral del 5% que recomienda la OMS para mantener el virus a raya. Zupiria subrayó que el nivel de transmisión del virus todavía es "muy elevado" y cree que, si se pretende llegar a los 60 casos por cada 100.000 habitantes, se está todavía "muy lejos de ese escenario", por lo que se requiere "el mantenimiento de medidas severas".

Con todos los indicadores sanitarios en la mano, el órgano constituido para el seguimiento del COVID, el LABI-Plan de Protección Civil de Euskadi, se reunirá mañana jueves, presidido por el lehendakari Iñigo Urkullu. "Yo tengo la impresión de que la revisión se va a producir sobre estas medidas que ya están establecidas en el decreto y que, en principio, están planteadas para un mes", remarcó ayer Zupiria.

El Ejecutivo vasco también se encuentra a la espera de conocer la respuesta definitiva de Madrid a su petición de que permita a las comunidades autónomas ampliar el toque de queda o decretar, si se considera necesario, confinamientos domiciliarios. Zupiria puso ayer de manifiesto que el Gobierno español "parece que no es partidario" de adoptar tales medidas, aunque manifestó que habrá que conocer cuál es la respuesta que aporta hoy la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.