- El alcalde de Donostia, Eneko Goia, recordó ayer que la ciudad cuenta con un total de 227 plazas para alojar a personas sin hogar y que, en la actualidad, están ocupadas 194. En ese sentido, afirmó que los ocupantes de los pabellones desalojados en la zona del Infierno también pueden, como el resto de personas sin hogar, acudir a la red de servicios sociales que ofrece el Ayuntamiento.

Goia respondió con estas declaraciones a preguntas de los periodistas con respecto al desalojo de la semana pasada. Apuntó que las condiciones en las que vivían en los pabellones no eran precisamente dignas pero, al margen de eso, recordó que no fue el Consistorio el que ordenó el desalojo en estos momentos y en la situación actual, condicionada por la crisis sanitaria y con un toque de queda en vigor: "Fue promovido por los propietarios y ordenado por un juez", declaró.

Tras el desalojo, las máquinas emprendieron ayer el derribo de algunos pabellones. Por su parte, Goia explicó que el plan urbanístico que tiene el Ayuntamiento para la zona (con un 50% de vivienda protegida) no arrancará de inmediato, sino el año que viene.

"un enorme esfuerzo"

El alcalde añadió que el Ayuntamiento de Donostia tiene la obligación de atender no solo a quienes vivían en el Infierno, sino a todas las personas sin hogar, y recordó que durante el pasado confinamiento los servicios sociales municipales crearon nuevos recursos y servicios. "Se hizo un enorme esfuerzo y se le ha dado continuidad al trabajo con todas esas personas", destacó. También recordó que casi la mitad de quienes acudieron a las instalaciones habilitadas la pasada primavera no eran de Donostia.

"Todos debemos tratar de abordar el sinhogarismo en la medida que nos corresponde", añadió, y recordó que la capital guipuzcoana no solo cumple, sino que supera los servicios que le corresponde gestionar en este sentido.