El Govern ha puesto sobre la mesa la posibilidad de decretar confinamientos durante los fines de semana para atajar la propagación descontrolada de la epidemia, tras superar los 2.017 enfermos de covid hospitalizados, de los que 347 están en la UCI, lo que supone un 38% de las camas de críticos de los hospitales catalanes.

La consellera de la Presidencia, Meritxell Budó (JxCat), ha admitido que tiene "sobre la mesa" la posibilidad de decretar confinamientos de fin de semana, días en que hay "más interacción social", aunque la consellera de Salud, Alba Vergés (ERC), no ha planteado esta posibilidad en una reunión de trabajo que ha celebrado hoy con el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

Fuentes del Ministerio de Sanidad han recordado que un confinamiento de fin de semana requeriría un nuevo decreto de estado de alarma, ya que el actual solo contempla confinamientos nocturnos.

Budó ha explicado en Catalunya Ràdio que el Govern "irá viendo qué medidas debe ir tomando" en función de los datos epidemiológicos, aunque ha remarcado que hay que intentar "evitar el confinamiento total" de marzo.

Tras la primera noche de toque de queda en Cataluña, entre las 22:00 y las 06:00 horas, Budó ha destacado que esta medida "parece que ha funcionado" gracias a la "responsabilidad" de la gente, aunque ha reclamado que el estado de alarma decretado por el Gobierno faculte al Govern para "dictar la obligatoriedad del teletrabajo" o imponer un "confinamiento domiciliario" de manera "unilateral".

El secretario general de Salud, Marc Ramentol, ha reafirmado que la situación actual apunta a que serán necesarias nuevas medidas y ha corroborado que "el confinamiento de fin de semana se ha puesto sobre la mesa", aunque en los próximos días deberán "acabar de configurar cuál será el nuevo paso" que tendrá que dar Cataluña para "doblegar la curva".

Diez días después del cierre de bares y restaurantes, los datos epidemiológicos siguen empeorando en Cataluña, donde han diagnosticado 4.167 nuevos infectados en las últimas 24 horas y ha añadido 25 fallecidos a la lista de víctimas, mientras siguen creciendo los hospitalizados.

Los Mossos comenzarán a sancionar a partir de hoy el incumplimiento del toque de queda con multas de entre 300 y 6.000 euros, tras una primera noche en la que han sido identificadas un centenar de personas y diez vehículos en los 31 controles dispuestos en Cataluña para informar sobre la medida.