- El Gobierno Vasco ha abierto la puerta al inicio de las clases extraescolares en los colegios con la publicación de un protocolo en el que se explica cómo y en qué condiciones se podrán llevar cabo.

En el documento (Protocolo complementario de actuaciones antes el inicio de curso 2020-2021 y actuaciones ante la aparición de casos de COVID-19 en centros educativos), del pasado día 2 de octubre, el Departamento de Educación anuncia que "dada la situación epidemiológica actual, excepto en el caso de Educación Infantil, se podrán realizar actividades extraescolares siempre y cuando se cumplan los protocolos establecidos y el plan de contingencia, tanto del centro como de la entidad organizadora, y se respeten las medidas de prevención (distanciamiento, higiene y uso de mascarilla)". Todo ello estará sujeto al análisis de la evolución de la situación sanitaria. Además, las familias pondrán en todo caso a disposición del centro educativo información acerca de las actividades extraescolares que el estudiante realiza fuera del centro, en el supuesto de que se diera algún caso, y los colegios, por su parte, facilitarán la relación de alumnos en cada uno de los grupos de estas actividades, con el objetivo de posibilitar un rastreo de contactos "rápido y más sencillo".

Las asociaciones de madres y padres seguirán organizando estas clases extraescolares, las cuales no solo suponen una actividad lúdica para los alumnos, sino también un recurso esencial de conciliación para las familias.

No hay una fecha exacta para que comiencen las actividades, ya que será cada centro el que las vaya organizando.

En el protocoloel Gobierno Vasco insiste en que todas las actuaciones para la contención rápida de la infección deben de incidir en la "gestión adecuada en el centro educativo de las personas que inician síntomas y la coordinación con Salud Pública y Osakidetza".

En este sentido, Educación vuelve a apelar a la limitación de contactos. Así, establece que en Educación Infantil se establecerán "grupos burbuja", ya que el uso de mascarilla no es obligatorio, y en el resto de etapas educativas se procurará reducir al máximo el contacto entre los grupos estables. "La finalidad de ambas medidas es tanto reducir el riesgo de contagio como facilitar el rastreo", explica.

La coordinación en la gestión de los positivos confirmados entre el alumnado la realizarán "exclusivamente" la dirección del centro y el responsable COVID, junto con el referente de la OSI y la red de vigilancia, quienes, con Salud Pública, indicarán al centro las pautas.

En cuanto a la actuación de brotes, si este es en un aula, la actividad docente continuará de forma normal, extremando las medidas de prevención e higiene en todas las etapas educativas, con excepción del grupo afectado. Y lo mismo sucede si el brote es en varias aulas sin vínculo epidemiológico e igual cuando el brote sea en varias aulas con vínculo epidemiológico. Pero si los brotes se producen en una transmisión no controlada, "con un número mayor de lo esperado para el segmento de edad en un territorio específico, los servicios de Salud/Osakidetza realizarán una evaluación de riesgo y del escalado de las medidas".