- El curso escolar 2020-21 comenzó ayer en Gipuzkoa y miles de niños y niñas volvieron al colegio prácticamente seis meses después de tener que dejarlo de un día para otro debido al COVID-19, que sigue marcando nuestras vidas. Por ello, el curso se presenta más incierto que nunca, porque toca seguir conviviendo con el virus. Hay dudas, muchas dudas. Nadie puede asegurar que vaya a ser un curso normal y que los niños y niñas se pasen los próximos nueve meses y pico en sus aulas. Los posibles brotes de COVID-19 provocarán que alumnos tengan que regresar a sus casas en algunos momentos, con todo lo que eso conlleva para los niños y niñas y sus familias. Pero, por ahora, la ilusión de regresar al cole y reencontrarse con los amigos puede con todo.

El primer día transcurrió ayer "sin sobresaltos". "Los niños han venido con ganas", dicen desde tres centros escolares que han compartido con NOTICIAS DE GIPUZKOA cómo fueron esas primeras horas de curso, que básicamente sirvieron para que los alumnos empiecen a familiarizarse con los nuevos protocolos derivados del coronavirus: entrada escalonada a los colegios, toma de temperatura, mascarilla obligatoria (a partir de tercero de Primaria) higiene de manos, orden en el ingreso y en la salida tanto de los edificios como de las aulas mediante la señalización en el suelo, patios divididos por zonas, pupitres separados y las denominadas "unidades de convivencia", es decir, grupos lo más reducidos posible de niños que, en principio, están aislados de otros grupos para evitar que posibles positivos de COVID-19 obliguen a mandar a casa a varias clases o cursos.

Koldo Mitxelena Ikastetxea

"Había nervios, pero también ilusión"

"Ha habido un poco de todo: nervios, preocupación... se les mezclaban un montón de cosas, pero también ilusión y muchas ganas de empezar. Hemos visto bien a los niños", comenta Jaione Sagarzazu, jefa de estudios de Koldo Mitxelena Herri Ikastetxea, en Errenteria, que abrió ayer el curso escolar con una jornada que sirvió de "presentación": "Los alumnos han venido de manera escalonada, les hemos enseñado por dónde tienen que entrar, cuáles son las normas de higiene y luego han pasado a las aulas, donde los profesores les han explicado cuál va a ser el funcionamiento del curso".

Los días previos al inicio del curso fueron "una locura" en el Koldo Mitxelena, que tiene alumnos hasta sexto de Primaria: "Entre organizar todo, los nervios, las dudas normales ante una situación así, que no sabes si lo vas a hacer bien... pero el primer día ha sido satisfactorio, no ha pasado nada. Lo teníamos organizado todo bien y, al ser la entrada escalonada, no ha habido aglomeraciones ni de chavales ni de padres".

Reconoce Jaione que "están más preocupadas las familias que los niños y niñas". Preocupación que comparte este centro escolar: "Siempre tienes la incógnita de cómo va a salir todo. Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos, hemos empezado a trabajar bastantes días antes de lo que solemos empezar normalmente, pero no sabes si puede pasar algo en cualquier momento y habrá que darle respuesta a eso". Para comenzar, el objetivo es "dar una buena acogida emocionalmente a los niños porque algunos pueden venir nerviosos o con miedo".

La Anunciata Ikastetxea

"Esperábamos más lío de niños y padres"

También fue bien, incluso "mucho mejor de lo esperado", el día inaugural del curso en La Anunciata Ikastetxea, situada en Donostia, donde aprovecharon la primera mañana para poner en marcha un protocolo que están seguros de que los niños aprenderán "muy rápido". "Esperábamos más lío de niños y padres", reconoce la directora, Kontxi Barrenetxea, "pero ha ido muy bien". El colegio ha escalonado la entrada al recinto por edades, lo que evitó que hubiera aglomeraciones: "Hemos formado a los alumnos en el patio, donde estaban algunos profesores, para explicarles el protocolo de higiene y por dónde entrar y salir, y luego en clase había otro profesor para indicarles su sitio, con mesas separadas entre sí".

Otras medidas que ha tomado La Anunciata son ampliar las horas de recreo, para que no coincidan tantos alumnos en el patio, que además está dividido por zonas, y habilitar un espacio propio para que cada niño y niña guarde su propio material con el objetivo de que no se use el de los demás. "Todo esto en teoría, claro", admite la directora, "porque que un niño no toque en algún momento el boli de otro compañero...".

Kontxi Barrenetxea destaca que el primer día no hubo "nada raro". "Ha sido todo como muy normal, quizás los más pequeños estaban un poco aturdidos porque llevan mucho tiempo sin venir, pero ha ido bien. Ha sido un primer día más tranquilo de lo que esperábamos. Las familias están concienciadas y los niños y niñas aprenden rapidísimo. Y espero que mañana (por hoy) la entrada y todos los protocolos cuesten menos porque los chavales ya saben lo que tienen que hacer", comenta la directora, que subraya "la voluntad del personal, que está metiendo más horas y haciendo más cosas" y lamenta la falta de ayudas económicas: "No hemos tenido ayudas para termómetros, geles o mascarillas. Igual nos dan, pero por ahora nada".

Ikastola Salbatore Mitxelena

"Hemos hecho unidades de convivencia pequeñas"

El curso comenzó "sin sobresaltos" en la ikastola Salbatore Mitxelena de Zarautz, donde apreciaron que los chavales volvieron a clase "con ganas después de seis meses sin venir". En este centro escolar trataron en el primer día de "incidir en los hábitos de higiene" y habilitaron "cuatro entradas" a la ikastola, además de escalonar los horarios, para "evitar la acumulación de gente y las posibles incidencias en este sentido", explica el gerente, Unai Lekuona.

Estos primeros días servirán básicamente como reencuentro: "Los tres primeros días de curso los empiezan con los tutores del año pasado, porque no tuvieron ocasión de despedirse, y así sirve de reencuentro. Van a estar tres días compartiendo aula y luego pasarán ya con los nuevos tutores. El comentario general entre los profesores es que estaban con ganas de reincorporarse a la marcha de la ikastola y reencontrarse con sus amigos".

En La Anunciata han hecho grupos pequeños de convivencia: "Nuestro objetivo es que los niños estén lo máximo posible en las aulas. El Gobierno Vasco ha establecido unidades básicas de convivencia, que en algunos centros es a nivel de curso y en nuestro caso es a nivel de aula. Cuanto más grande sea, más niños se van a casa en caso de algún positivo. Al hacer por aula, conseguimos que el resto de aulas del curso puedan seguir en el cole". La "tardanza" en conocerse el protocolo para los colegios ha hecho que estos últimos días hayan sido de mucho trabajo en la ikastola zarauztarra: "Llevamos semana y pico preparando todo y tratando de prever posibles incidencias". El curso ha arrancado -hoy comenzarán los coles que no lo hicieron ayer-, y ahora toca esperar que sea lo mas normal posible.

"Las familias están concienciadas y los niños y niñas aprenden rapidísimo"

Directora La Anunciata

"Los alumnos empiezan con los tutores del año pasado porque no pudieron despedirse"

Gerente Salbatore Mitxelena