na espectacular villa unifamiliar de 500 metros cuadrados con cuatro habitaciones, piscina, huerto ecológico y garaje, situada en una finca de 10.645 metros cuadrados poblada de manzanos y acebos es la vivienda más cara de Euskadi (actualmente en venta), y uno de los precios más altos por metro cuadrado del Estado español, según el informe hecho público ayer por Idealista.

Según esta información el acceso a la villa, de tres plantas, es privado y es lugar de hospedaje habitual de celebrities que visitan la ciudad. Además, su piscina es de agua salada para sentirse como en la playa.

En la primera planta se encuentra la cocina, dos salones con vistas al mar, dos habitaciones con sus respectivos vestidores y dos baños, uno de ellos ensuite. En la segunda planta se encuentran otras dos habitaciones, un magnífico salón con vistas panorámicas al mar, un baño completo y un despacho-biblioteca. En la planta baja, se encuentra el garaje cerrado para cuatro coches, la bodega, despensa, zona de lavandería y planchado, otra cocina y otro baño con ducha y una zona multifunción que puede ser acondicionada como gimnasio comedor para una veintena de comensales. Ya en el exterior, se puede disfrutar de la piscina, la huerta y el amplio y privado terreno que la rodea. Todo al módico precio de seis millones de euros.

Un dineral, sí, pero lejos de la casa más cara del Estado: una villa de diez habitaciones con piscina interior y exterior rodeada de 3.000 metros cuadrados de finca que está situada en Benahavís (Málaga) y cuesta 32 millones de euros. Le sigue, por 29 millones, otra villa en la misma localidad y urbanización con 17 baños, otras tantas habitaciones y garaje para doce coches. Mallorca ocupa el tercer, cuarto y quinto puesto del ranking con sendas viviendas que van de los 26,5 a los 22 millones de euros.

Valencia, Pontevedra, Marbella (dos viviendas) y Córdoba ocupan la segunda parte del top ten de viviendas de lujo, a las que se puede acceder tras desembolsar entre 22 y 19,5 millones de euros. Alguna de ellas cuenta con una veintenta de habitaciones y su propia pista de tenis. Lo que sigue siendo gratis es soñar con vivir algún día en ellas.