iempre se ha dicho que en el mundo del cine se maneja mucho dinero. Lo que pasa es que no todo el cash que aparece en pantalla es real. La Policía Nacional ha detenido a una persona en Eibar y otras cuatro en Palencia por distribuir dinero falso que se utiliza como atrezzo en las producciones y que hacían pasar por verdadero en pequeños comercios. La operación se ha hecho con 4.300 euros en billetes destinados, aunque las investigaciones apuntan a entre 80.000 y 100.000 euros que ya se han podido distribuir vía Internet. Ni Robert Redford ni Paul Newman vieron tanto dinero en su golpe.

La operación policial arrancó en marzo, cuando los agentes identificaron a una persona dedicada a la venta de billetes falsos a través de la red. En su anuncio, aseguraba que se trataba de material de muy buena calidad y que podía engañar a las máquinas de los comercios, algo que, posteriormente, los agentes comprobaron que no era cierto.

Las primeras indagaciones apuntaron a Donostia y Bilbao como los lugares de operación de este individuo y dieron a conocer que el dinero falso procedía de la industria cinematográfica. Con un diseño y tamaño similar a los originales, esto billetes se utilizan como atrezzo en los rodajes. No obstante, cuentan con una advertencia que indica que no son de curso legal y que su uso está limitado a la producción. Esto es, sirven para pagar sí, pero únicamente dentro de una ficción.

Al parecer, el hombre y cuatro jóvenes de entre 17 y 22 años borraban con cuchillas la leyenda de advertencia y daban brillo a cada billete utilizando rotuladores y lápices con tintas plateadas antes de ponerlos en circulación, simulando así que fueran verdaderos.

Tras comprobar que la sede de este responsable era Eibar, procedieron a su detención y al registro de su domicilio, donde se localizaron 4.300 euros en estos billetes, denominados Movie Money o dinero de película.

Paralelamente, una segunda operación policial arrestaba a cuatro personas en Palencia relacionadas con el delito y dedicas a su distribución.

A pesar de que la técnica empleada por el grupo era bastante rudimentaria, su modus operandi les permitía colocar los billetes de película con gran facilidad en circulación. Lo hacían a través de los de 50 euros, que repartían en consumiciones de escaso valor en diferentes bares, pizzerías y supermercados y obtenían el cambio que luego se repartían entre todos.

Gracias a estas operaciones, el grupo podría haber distribuido entre 80.000 y 100.000 euros falsos en pocos meses.

En la operación palentina, los agentes se hicieron con un total de 300 unidades falsas repartidas en billetes de 5, 10, 20 y 50 euros. Dos de estos pasadores eran menores de edad.

¿En qué fijarse? Los billetes de película no son de curso legal, tal y como se puede leer en las leyendas de advertencia que figura en dos de sus laterales: This is not legal. It is to be used for motion props. Además, no poseen el mismo brillo que los originales y carecen por completo de los elementos de seguridad necesarios como la banda holográfica y la ventana de seguridad. Muchos de estos billetes pueden comprobarse simplemente con las impresiones en relieve, ya que carecen del mismo tacto que hace inconfundible a los verdaderos. Estos, si se colocan al trasluz se puede apreciar la marca de agua y el hilo de seguridad, y al girarlos, la banda holográfica que cambia según el movimiento que se haga.

Conseguían poner el dinero en circulación gracias a pequeñas consumiciones en diferentes establecimientos y hacerse con el cambio real