- La foto, que no tardó en hacerse viral en las redes sociales, mostraba la calle Santa María de Ordizia (paralela a Etxezarreta, donde se originó el brote inicial), abarrotada, durante la tarde del martes, cuando se celebraba el día de las cuadrillas en las no fiestas de Santa Ana, que al igual que ha sucedido en casi todas las localidades, en esta edición han quedado suspendidas a consecuencia de la pandemia. La polémica estaba servida, más si cabe, porque la localidad goierritarra abandonó el pasado jueves las restricciones impuestas al ocio nocturno para tratar de poner fin al brote que se ha saldado con varias decenas de contagios en el municipio.

Sin embargo, el Ayuntamiento quiso ayer romper una lanza en favor de sus vecinos y, aunque reconoció que se produjeron aglomeraciones en un momento “puntual” de la tarde y que algunas personas mantuvieron actitudes “poco responsables”, el balance general es “positivo”, ya que se respetaron las recomendaciones lanzadas.

En este sentido, el alcalde de la localidad, Adur Ezenarro, recordó ayer que el Ayuntamiento decidió el pasado 24 de junio suspender los cuatro días de fiestas. El pasado viernes, víspera del comienzo de estas no fiestas, todos los partidos con representación municipal hicieron una convocatoria conjunta recordando que “no iba a haber ninguna fiesta ni ningún acto” y haciendo “un llamamiento a la responsabilidad”.

Asimismo, el Ayuntamiento decidió adoptar una serie de medidas restrictivas con respecto al ocio vinculado con la hostelería: limitó el cierre de los bares a las 1.00 horas -frente a las 4.30 que les hubiera correspondido en una situación normal-, mientras que la posibilidad de consumir en la calle, fuera de las terrazas, se autorizó hasta las 23.00 horas. Además, ordenó el cierre de las calles en cuanto se superase el aforo permitido y se reforzó la vigilancia, por parte de la Policía Municipal, tanto del uso de las mascarillas como de los aforos y el cumplimiento de las distancias de seguridad.

Con respecto a la polémica instantánea, Ezenarro apuntó “para nada es el balance de lo que ha ocurrido durante estos cuatro días”. Explicó que él mismo se encontraba en el lugar “porque aunque muchas, la mayoría de las comidas de cuadrilla se suspendieron, algunas se mantuvieron y hubo gente que salió hasta con blusas, algo que a mí personalmente no me ha gustado”. “En ese momento estábamos allí, teníamos las vallas preparadas y al igual que sucedió el sábado por la noche, se cerró la calle y se pidió a la gente que fuera desalojando”, prosiguió. De hecho, explicó que hay otra fotografía tomada de ese mismo momento pero desde otra perspectiva en la que puede verse cómo la Policía Municipal está cerrando la calle. En cualquier caso, Ezenarro reconoció que ese fue uno de los momentos más complicados de unas no fiestas en las que, en general, se ha respetado la nueva circunstancia.

El alcalde aprovechó para agradecer la labor llevada a cabo por los hosteleros, que “han ayudado un montón, han estado muy pendientes de los aforos, no han servido a grupos grandes y nos han llamado cuando se estaba congregando gente en la calle para que fuéramos”. En esta línea, aseveró que muchos locales “han cerrado incluso antes de la hora”.

Por ello, Ezenarro hizo un balance “positivo” de los cuatro días críticos del verano en Ordizia, en los que, aseguró, “la gente ha respondido bien y ha visto con buenos ojos las medidas y los controles que se han puesto”, aunque no eludió la crítica: “Hay gente que ha salido de fiesta con más ganas de las que a mí me hubiese gustado. Que la gente se pusiera las blusas y saliera a celebrar como si aquí no hubiese pasado nada no me gusta. Nosotros hicimos un llamamiento que, en general, ha sido respetado, pero siempre hay quien no, y está claro que hay un tipo de gente, que no son adolescentes, que ya empiezan a tener una edad, a los que no hemos llegado”, concluyó.