- La Ertzaintza detuvo ayer a una persona e identificó a 30 en una concentración en el quiosco del Boulevard donostiarra en el que en torno a 200 personas se manifestaron al grito de Maskarillak ez (No a las mascarillas) y en contra de lo que llaman "nuevo orden mundial", surgido de una pandemia que, dicen, es fruto de la tecnología 5G.

El grupo, que toma como ejemplo el movimiento creado en Madrid el pasado 21 de mayo entre colectivos antivacunas y pseudociencia, se reunió a partir de las 19.30 horas sin mascarilla, sin guardar la distancia y con una pancarta en la que se leía 5G Gelditu. No corona-miedo. No nuevo orden mundial, poniendo en peligro a todos aquellos ciudadanos que se encontraban en el lugar.

Según indicaron fuentes de Interior, al no cumplir con las medidas establecidas para la contención del virus, hasta seis patrullas de la Ertzaintza se desplazaron al lugar de los hechos y solicitaron por megafonía a los asistentes que se pusieran la mascarilla y respetaran la distancia obligatoria de metro y medio.

Animados por el convocante de la concentración, que incluso incitó al resto a incumplir las normas de protección, los manifestantes se negaron a cumplir las órdenes de los agentes. Estos, dada la respuesta del grupo, procedieron a la identificación de todos aquellos que no portasen una mascarilla bien colocada en el rostro.

Los participantes, en vez de disuadirse de su actitud, vitorearon a cada manifestante que acudía a los agentes para ser identificado. En el transcurso de este vaivén de protestantes, uno de ellos incluso llegó a encararse con las fuerzas policiales agrediendo a uno de los agentes, por lo que se procedió a su reducción y arresto.

De este modo, el saldo de la protesta se redujo a un manifestante detenido, 30 de ellos identificados y una denuncia al convocante por incitar al no cumplimiento de las medidas de seguridad para hacer frente al COVID-19.

La convocatoria había circulado días antes por las redes sociales. En ella, se llamaba a todos los donostiarras y guipuzcoanos a una concentración antimascarillas que sirviese para hacer frente a "las pandemias provocadas", al "nuevo orden mundial", "al control total de la población" y "a la dictadura económica militar". "La verdad nos hará libres. Ellos nos dividieron y ahora seremos uno", se leía en el cartel, que carecía de identificación alguna sobre quiénes eran los convocantes.

Este llamamiento tiene origen en un movimiento surgido el pasado 21 de mayo en Madrid entre grupos relacionados con pseudociencia y antivacunas. Cada viernes a las 19.30 horas, esta agrupación se concentra en contra de la obligatoriedad de las mascarillas, al tiempo que pone en duda la existencia del coronavirus.

Con el paso de las semanas, la convocatoria se ha ido extendiendo a diferentes puntos del Estado, como la que se celebró este jueves en Ibiza o la semana pasada en Palma de Mallorca y que también se saldaron con varias multas por no llevar la mascarilla puesta.

Según su teoría conspirativa, la tecnología 5G está detrás del coronavirus dentro de un plan de diferentes élites poderosas del planeta por controlar a la humanidad. Estos grupos se valdrían de un exosoma (una célula) causado por las ondas electromagnéticas de la red telefónica y que podrían controlar a su libre albedrío.

Esta idea de dominio se aprecia en el cartel de la convocatoria para Donostia, en el que se ve cómo un símbolo masónico es arrojado a la basura, ya que esta logia estaría detrás de esa supuesta élite manipuladora.

El movimiento surgió en mayo en Madrid entre grupos antivacunas y se ha ido expandiendo con diferentes teorías conspirativas