- Los datos son tercos y demuestran que en las últimas fechas los espacios de ocio son unos de los principales focos de contagio del COVID-19. Tanto es así, que desde el Gobierno Vasco se ha puesto la lupa en el sector, cuyos representantes se reunieron ayer con la consejera de Salud, Nekane Murga, la de Interior, Estefanía Beltrán de Heredia, y la de Educación, Cristina Uriarte. El encuentro, en el que se trataron diversos temas de interés vinculados con la hostelería en general, con especial atención al ocio nocturno, sirvió para compartir reflexiones y preocupaciones.

Kino Martínez, secretario general de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa, subraya la necesidad de “recuperar” en cierta medida los cuatro meses de confinamiento en los que la pedagogía respecto a la pandemia se centró más en los colectivos vulnerables.

“En la reunión nos han pedido responsabilidad respecto al tema de control de la clientela. Los hosteleros lo podemos hacer hasta donde podemos y nos corresponde, porque creo que los profesionales de la hostelería estamos cumpliendo a rajatabla con las normas establecidas”, declara Martínez.

Pero el encuentro sirvió también para poner negro sobre blanco diversas cuestiones prácticas, como la del uso de la mascarilla en los establecimientos hosteleros. “Ha quedado muy claro que cuando se va a un restaurante, se debe llevar la mascarilla puesta hasta que te sirven la comida, y cuando se acabe te la debes de poner otra vez”, explica Martínez, que apunta que con las medidas establecidas, de momento, la sobremesa y sus conversaciones sin mascarilla desaparecen.

En el caso de los bares, el cliente debe llevar la mascarilla puesta hasta que se le sirve la consumición y volvérsela a poner cuando la finalice. Cualquier conversación con el camarero que le atiende debe desarrollarse con la protección puesta.

Respecto a esta obligatoriedad, los hosteleros vascos aprovecharon la ocasión para dar lectura a un documento interno: “El cliente debe acceder al establecimiento con mascarilla y portarla en todo momento menos en el del consumo. Tendrá que llevarla puesta al sentarse, al pedir la comida y bebida y hasta que el camarero le lleve las consumiciones, que es cuando podrá quitársela. Una vez acabadas las consumiciones, deberá ponérsela aunque siga sentado en la mesa”. Si se levanta para “ir al baño o comprar tabaco” tendrá que seguir llevándola, y también al pagar y abandonar el establecimiento.

Los hosteleros también pusieron sobre la mesa los horarios de ocio nocturno. “La orden aprobada solo suprime las ampliaciones, porque también se entiende que la gente joven debe tener cauces de diversión controlados. Se eliminan lonjas y similares, pero se entiende que el ocio es más seguro en espacios profesionalizados donde se exige el uso de mascarilla”. Pone Martínez el ejemplo de un establecimiento de ocio nocturno de Donostia, donde es obligado el uso de mascarilla y que, de no llevarla, regala una al cliente con la consumición.

Martínez deja claro que, excepto en los municipios en los que los propios ayuntamientos han tomado medidas especialmente restrictivas, los horarios del ocio nocturno no sufren grandes cambios, y que solo quedan en suspenso los permisos de ampliación por motivos puntuales. “En verano el grupo 3 cierra a las 4.30 y el grupo 4 a las 6.30 (discotecas). Entre semana a las 3.00 y a las 5.00, respectivamente”.

Ante el llamamiento del Gobierno Vasco a que el sector colabore en la común tarea de plantarle cara al COVID, tiene previsto presentar la semana próxima “una acción conjunta de sensibilización en distintos ámbitos y zonas de aglomeración”, una actuación que se desarrollará a nivel de Euskadi con la colaboración de distintos agentes.

Según señala el representante de los hosteleros de Gipuzkoa, la reunión y adopción de medidas se ha adelantado ante la proliferación de PCR positivos, muchos de los cuales tienen como origen zonas de ocio nocturno o de hostelería. “En nuestro territorio tenemos que estar especialmente vigilantes porque si en el principio de la pandemia y hasta hace poco eran menos los casos que en otras zonas, ahora hay un brote importante en Gipuzkoa. De ahí que se tomen medidas especiales en distintos municipios”.

Otra de las preocupaciones expresadas por los hosteleros y que se debatió ampliamente en la reunión es la que hace referencia a las sanciones. Los profesionales de la hostelería, explica Martínez, exigieron “la corresponsabilidad”. “Nosotros llegamos hasta donde llegamos y en el ámbito que nos corresponde, el del establecimiento”. Pero incluso en ese ámbito resulta complicado enfrentarse al cliente. “Lo indica la orden: los titulares del establecimiento, espacios o locales deberán de garantizar el cumplimiento de esta obligación (llevar mascarillas) en ellos”, añade. “Pero si la pides 20 veces no podemos llegar al enfrentamiento físico y hemos pedido que haya una responsabilidad compartida. Nosotros no queremos perder la actividad y, por norma general, cumplimos la orden a rajatabla”, subraya.

Y en este punto en Martínez lanza una reflexión: “El conjunto de la sociedad ha perdido cuatro meses para sensibilizar a este colectivo de población de menos de 35 años, que es el que más está saliendo, para que sean conscientes de lo que es esta pandemia. Esta ha sido una responsabilidad que deberíamos haber ejercido todos, no solo los hosteleros, sino también el ámbito formativo, el laboral y el familiar”. A su entender, esa dejación ha provocado que haya cierta falta de sensibilidad en un colectivo “que enferma menos, o de menos gravedad, que otros, pero que puede contagiar igual”, que es lo que está ocurriendo. Ese trabajo de sensibilización pendiente, asegura Martínez, “se está haciendo de golpe por parte del ocio nocturno”.

De momento, los hosteleros entienden que debe haber un periodo de adaptación, pero tienen claro que las autoridades competentes han de avanzar en la imposición de sanciones a los ciudadanos que no lleven mascarillas, de día o de noche. “Es una sanción particular, al individuo que incumple”, subraya. “Primero tenemos que intentar que las medidas adoptadas se implanten adecuadamente, ver si la población responde, antes de exigir más control policial. Pero la policía tendrá que sancionar a quien incumpla la norma”, concluye.

“Nosotros llegamos hasta donde llegamos, pero incluso en el bar es difícil enfrentarse”

“En un establecimiento hay que llevar mascarilla hasta que te sirven y ponértela cuando acabes”

Secretario general de Hostelería Gipuzkoa