- "Tenemos la impresión de que como en Gipuzkoa el virus ha golpeado menos que en otros territorios, existe cierto relajo". De esta manera reflejó ayer su preocupación Pilar Lekuona, presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa (COEGI), en el llamamiento que realizó en nombre de las más de 5.400 profesionales colegiadas.

La institución hizo hincapié en el uso de las mascarillas, porque es "una medida indispensable para evitar nuevos brotes como el acaecido en Ordizia". Lekuona recordó que la enfermedad que obligó al confinamiento el pasado 14 de marzo sigue vigente, por lo que no debemos relajarnos ni creer que lo peor ya ha pasado. En el llamamiento público, el COEGI lamentó que Gipuzkoa sea el territorio del Estado donde menos se utiliza la mascarilla, haciendo referencia a los resultados del informe final del estudio de seroprevalencia que el Instituto Carlos III publicó el pasado miércoles. En el mismo se señaló que casi la mitad de los guipuzcoanos (45,5%) no la usa cuando sale a la calle, frente a más del 95% que sí la utiliza en provincias como Madrid, Barcelona, Cáceres o Jaén.

Asimismo, Lekuona incidió en que "debemos actuar como individuos responsables porque la sociedad está en riesgo", añadiendo que "tenemos que dejar de comportarnos como una sociedad infantil en la que cada uno necesitamos policías detrás". Así, afirmó que el COEGI pide a los ciudadanos "que sean conscientes de lo que está en juego", y recordó que "las enfermeras trasladan constantemente su preocupación por comportamientos individuales que se están viendo y nos transmiten su agotamiento físico y emocional tras todo lo vivido".

Lekuona agradeció el trabajo que los sanitarios siguen haciendo a pesar de que el estado de alarma ya no continúe vigente, y reclamó colaboración y responsabilidad ciudadana. Igualmente, se mostró firme con que "de nada nos sirven los aplausos, homenajes y reconocimientos si luego los ciudadanos no llevan mascarilla".

La presidenta del COEGI aclaró también que esta medida es el mejor método para evitar contagios y señaló que no debe ser percibida como una imposición, sino como una obligación individual. Así, concluyó con que "ahora la mascarilla será nuestra protección", de igual manera que lo fueron los preservativos contra el SIDA en la década de los ochenta.