- Ha llegado el verano, esa época del año tradicionalmente vinculada al descanso, las vacaciones, el terraceo y las fiestas de los pueblos. Todo un año de espera para disfrutar con la cuadrilla de esas largas noches de diversión, una espera que en 2020 no ha tenido los frutos esperados a causa del COVID-19.

Las fiestas, al menos la parte oficial de las mismas, han quedado suspendidas pero los ayuntamientos guipuzcoanos no quieren dejar nada al azar y han tomado medidas extraordinarias para que no se organicen fiestas alternativas en tiempos de pandemia.

Porque aunque se haya entrado en la denominada nueva normalidad el mensaje debe seguir siendo el mismo: distancia, mascarilla y, sobre todo, responsabilidad individual y colectiva.

Y ese es el mensaje que los ayuntamientos repiten sin cesar: responsabilidad ante la imposibilidad, inviabilidad y sin sentido de ejercer un constante control policial.

La fiesta más mágica, la del fuego, la que da la bienvenida al verano, la fiesta de San Juan, tampoco se celebrará como siempre, al menos sobre el papel. No habrá hogueras esta noche en Hernani, ni en Irun, en Tolosa será retransmitida y en Donostia la plaza de la Constitución tendrá un aforo más que limitado.

No hay fiestas programadas, aunque se mantengan algunas actividades vinculadas a la programación cultural de verano y en recintos en los que se controla el aforo.

Lo que ya no se puede controlar, o al menos resulta muy complicado, es que tengan lugar reuniones de personas fuera de los bares, en plazas o en cualquier otro lugar.

Para evitar que la situación pueda convertirse en casi incontrolable el Ayuntamiento de Hernani, municipio donde las fiestas de San Juan tienen gran fama y atraen a mucha gente de pueblos cercanos, ha adoptado una serie de medidas.

Entre estas, explican desde el Consistorio, se halla la de mantener "el operativo de la Guardia Municipal que suele funcionar normalmente en fiestas". "Inicialmente pensamos reducir este operativo, pero sabemos que se van a organizar comidas, en los bares también hay muchas reservas y luego la situación puede ser más complicada de controlar, por ello lo mantendremos", explican desde el Ayuntamiento.

"No hay fiestas, que quede claro y no se puede beber en la calle, no se puede practicar botellón", insistieron desde Hernani, cuyo Ayuntamiento ha lanzado un llamamiento a la gente de otros municipios: "Por favor, que no vengan. No lo podemos prohibir pero hacemos ese llamamiento".

"Los recursos son los que son y, además, la Guardia Municipal no puede estar en todos los sitios a todas horas. La solución no puede pasar por más control policial, sino por actuar de forma responsable", subrayaron desde el Ayuntamiento.

El alcalde del municipio, Xabier Lertxundi, saludará a los hernaniarras a las 11.45 horas de hoy, un mensaje que se podrá seguir por streamingstreaming y en el que, entre otras cosas, insistirá en el llamamiento a la responsabilidad.

Con el fin de que la situación no se les vaya de las manos, los responsables municipales han mantenido encuentros con los hosteleros a los que, principalmente, ha acudido aquellos que regentan establecimientos en el Casco y la zona en la que, tradicionalmente, se celebra el grueso de la fiesta.

En dichos encuentros los hosteleros trasladaron al Ayuntamiento su "preocupación". "Están dispuestos a colaborar, aunque está siendo un año muy complicado para ellos, y controlar los aforos y respetar las medidas de seguridad, pero no se les puede pedir que también controlen lo que pasa fuera. Ya somos mayores, y todos sabemos lo que hay que hacer. La Guardia Municipal estará muy atenta y vigilante, también habrá presencia de la Ertzaintza, pero no son omnipresentes y todo control tiene un límite", señalaron desde el Consistorio, que activará un plan especial para evitar aglomeraciones. "La verdad es que tenemos miedo de que se den estas aglomeraciones y no se puedan controlar, pero evitarlo está sobre todo en manos de la gente", concluyeron.

Situaciones de este tipo ya se han dado antes en las no fiestas de otros municipios, como ocurrió recientemente en Beasain, cuando en el transcurso de las Loinatz Jaiak un grupo de jóvenes participaron, sin respetar las distancias, en la bajada de Mari, acto que como el resto había quedado suspendido.

Cierto temor a que algo así sucediera existía también en Tolosa, donde el sábado día 20 hubiera tenido que celebrarse el día de las cuadrillas de las fiestas de San Juan. Por ello, desde el Consistorio se acordó reforzar la presencia de la Guardia Municipal y vigilar, de forma especial, las plazas del municipio donde podrían celebrarse las reuniones.

Previamente, ya había hecho público un llamamiento a la responsabilidad de cara a esa jornada para "garantizar la seguridad y la salud" de todas las personas que residen en un municipio que ha perdido a 21 vecinos a causa del COVID-19.

Los hosteleros quisieron poner su grano de arena para que todo se desarrollara sin sobresaltos, sin ampliar los horarios.

Según explicaron a este periódico desde el Ayuntamiento de Tolosa este año la tradicional hoguera se celebrará a puerta cerrada o, mejor dicho, a plaza cerrada, después de que se baile el zortziko de San Juan. No se permitirá el acceso de público en la plaza de Santa María y el acto, con la actuación del coro incluida, se emitirá por streaming para que cada cual la disfrute desde su hogar. Para ello deberá de conectar con la web municipal o con la televisión local.

La misa mayor en la iglesia de Santa María, de gran tradición en el municipio, se celebrará mañana a las 11.00 horas aunque también con aforo limitado, control que corre a cargo de la propia iglesia. También la misa se transmitirá por streaming.

"Queremos hacer un llamamiento a la responsabilidad, a que se disfrute de San Juan desde casa. El Ayuntamiento ha adoptado sus medidas, apelamos a los hosteleros, pero este llamamiento es extensible a la ciudadanía", subrayaron desde el Consistorio tolosarra.

El confinamiento ha dejado huella y la ciudadanía, especialmente la más joven, está deseando volver a tomar las calles. Pero hay que insistir en que el virus sigue entre nosotros y que solo de forma compartida y responsable se le puede hacer frente, también en época festiva.

"El Ayuntamiento ha tomado sus medidas pero apelamos a la responsabilidad"

"La Guardia Municipal no puede estar controlando en todos los sitios y a todas horas "