- Varios cientos de personas participaron ayer en la manifestación convocada en Donostia por la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria en la que reclamaron un cambio en las políticas sociales “que conducen a la precariedad”, un salario mínimo de 1.200 euros y pensiones de 1.080, entre otras reivindicaciones.

La marcha en Donostia forma parte de la jornada de movilizaciones que llevó a cabo la Carta de Derechos Sociales, tras el parón provocado por el confinamiento, y que incluyó protestas en Bilbao, Gasteiz, Iruñea y un total de 40 localidades.

Tras una pancarta con la leyenda Para reforzar lo público y lo esencial hay que repartir la riqueza, la marcha en la capital guipuzcoana partió de Alderdi Eder a las 11.30 horas y avanzó, en tres columnas, por las calles de la ciudad hasta la plaza Gipuzkoa, donde representantes de los sindicatos ELA y LAB leyeron un comunicado. Minutos antes del inicio, la portavoz de Hiru Jaione Ugalde señaló que los colectivos sociales y sindicales que forman la Carta de Derechos Sociales han decidido salir a la calle, después de “muchos días en casa”, tras el “éxito” de la huelga del 31 de enero.

Sus principales reivindicaciones pasan por el impulso de los servicios sociales, un sueldo mínimo de 1.200 euros, pensiones de 1.080 euros, la “regulación de todas las personas” y un “cambio fiscal para que las rentas más altas paguen la deuda pública”, indicó. La crisis sanitaria ha golpeado “especialmente” a los sectores “más vulnerables”, con despidos a “trabajadores precarios”, ataques contra migrantes y la “violencia de todo tipo”, señaló el comunicado.

EH Bildu se sumó a las reivindicaciones de la Carta Social y criticó que el Gobierno Vasco “está perdiendo un tiempo crucial” y ha demostrado “poca iniciativa en relación a la protección de las personas”.