s curioso cómo los profesionales de los medios de propaganda y desinformación, especialmente las televisiones y radios, van pervirtiendo el lenguaje como consecuencia de la falta de cultura general y lingüística de quienes redactan las informaciones. Y eso se cura leyendo, pero claro, supone un esfuerzo.

Un amigo cazador me recuerda la “apertura de la veda”, interpretada como que los cazadores pueden salir al monte a cazar. Pues no. Cuando les dan vía libre para practicar su afición es cuando se cierra o decae la veda. Hasta entonces estaba vedado de caza. Bien, a lo nuestro.

Se empeñan en que mantengamos la distancia social. Que no, ¡coño! Debemos mantener la distancia física que, por cierto, es suficiente un metro, la distancia máxima que alcanzan las gotitas de Flügge que expulsamos al toser y que pueden vehicular al virus, pero de la noche a la mañana nuestros líderes dijeron que eran dos. Quizás la semana que viene sean menos, según convenga a los hosteleros, por ejemplo. Otra cosa es que seamos, quien más, quien menos, aficionados a la vida social, nos guste alternar en cuadrillas o con la familia, cariñosos en el trato, aficionados a efusiones varias que, con buen criterio, ahora debamos reconducir. Pero lo que debemos evitar son los contactos físicos.

Otra. Para presentar al veterinario Dr. José Manuel Bautista Santa Cruz, Txema, catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de nuestra facultad madrileña, creador y coordinador de la red de siete laboratorios universitarios en Madrid que trabajan de manera altruista en la realización de RT-PCRs en las residencias madrileñas, le denominan malariólogo que, efectivamente en su dilatada trayectoria, también lo ha sido, pero es simple y llanamente veterinario. Casi nada.

No nos olvidemos de Joaquín y Alberto, del vertedero de Zaldibar, ni de comprar producto local de nuestros baserritarras, esenciales para nuestra diaria subsistencia. Doctor en Veterinaria