El príncipe belga Joaquín asistió a una fiesta ilegal en Córdoba que está siendo investigada por la Policía española por superar el número permitido de asistentes, todos los cuales han tenido que ser puestos en cuarentena después de que el sobrino del rey Felipe de Bélgica diese positivo por COVID-19.

Fuentes del Palacio Real belga confirmaron a Efe que el príncipe Joaquín, hijo de la princesa Astrid y el príncipe Lorenzo, se desplazó a España el 24 de mayo en un vuelo comercial y con un permiso de entrada en el país, pese a las restricciones por la pandemia, debido que realiza unas prácticas empresariales allí.

El 26 de mayo participó en "una reunión" en Córdoba y ahora deberá permanecer en España guardando cuarentena, añadieron.

Varios medios belgas apuntan a que el joven, de 28 años, tiene una relación desde hace varios años con la española Victoria Ortiz Martinez-Sagrera.

La información llega después de que haya trascendido que la Policía Nacional española investiga una fiesta privada ilegal de la alta sociedad en la que un turista extranjero, presuntamente vinculado a la Casa Real belga, dio positivo por coronavirus, lo que puso en cuarentena a todos los asistentes.

La fiesta reunió a 27 personas -muy por encima de las 10 permitidas por ahora- de la alta sociedad de la ciudad de Córdoba (sur), y un día después uno de sus asistentes, el aristócrata belga, dio positivo por la enfermedad.

Las autoridades pusieron la fiesta en conocimiento de la Policía Nacional ante la posibilidad de que se hubieran cometido irregularidades, informaron este sábado a Efe fuentes del Gobierno de la región de Andalucía.

Las 27 personas asistentes están en cuarentena, mientras se estudia también qué contactos pudieron tener.