- Ahora que la crisis sanitaria derivada del COVID-19 comienza a remitir y se atisba el final del estado de alarma, la sociedad guipuzcoana ha comenzado a mirar al futuro con la cautela que exige una situación tan excepcional como la vivida en los últimos meses. Y es que, tras dos meses de confinamiento, los guipuzcoanos se muestran preocupados por las consecuencias económicas de esta crisis, por lo que sus prioridades pasan por apoyar al tejido productivo, así como por afianzar la protección social.

Así lo indicó ayer la portavoz foral, Eider Mendoza, quien presentó en una rueda de prensa el resultado de la encuesta Análisis de la percepción ciudadana durante el inicio de la desescalada del confinamiento que ha llevado a cabo el Grupo de Análisis e Investigación.

Este estudio, realizado de forma telefónica entre el 11 y el 20 de este mes a 850 personas mayores de 18 años empadronadas en Gipuzkoa, concluye que nueve de cada diez cuestionados consideran que la pandemia del COVID-19 ha perjudicado de forma notable a la economía guipuzcoana. El 92,2% de los entrevistados se muestra muy o bastante preocupados por la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia, pese a que asumen que Gipuzkoa ha sido un territorio menos golpeado por el COVID-19 en comparación con el resto de territorios vascos o de zonas del Estado.

Tres de cada diez entrevistados reconocen que esta crisis está teniendo un efecto negativo importante en su empleo y su negocio, y un 24,5% afirma que está perjudicando a la economía de su hogar.

Así las cosas, el 53,9% de los encuestados cree que la principal prioridad en el territorio debe ser apostar por la competitividad económica y por el apoyo al tejido productivo, mientras que el 35% reclama que es prioritario reforzar la sanidad y el 17,6% pide también impulsar las políticas sociales.

“Economía y bienestar social son un binomio indispensable de cara a la construcción de una Gipuzkoa con el menor nivel de desigualdad posible y así lo entiende también la ciudadanía. Las preocupaciones de los guipuzcoanos coinciden plenamente con la estrategia de la Diputación por apostar por la economía y la protección social. Hay que protegerlos pese a que los recursos públicos hayan caído de manera importante, pero esto nos anima a seguir por este camino”, indicó Mendoza.

Respecto a la actitud con la que han afrontado esta excepcional situación, el confinamiento ha repercutido en el bienestar emocional del 41,5% de los encuestados, incluso por delante de las afecciones económicas. Pese a que la mayoría (38,5%) asume lo que ha ocurrido y tres de cada diez (33,1%) ha comenzado a mirar al futuro, el 26,2% reconoce sentirse confundido y el 21,1% declara estar enfadado.

Además, un 15,4% considera que la situación vivida debe servir para aprender de lo sucedido.

Con respecto a las medidas adoptadas para hacer frente a la pandemia, tanto la adopción del estado de alarma como las medidas de confinamiento son ampliamente apoyadas, por el 91,9% y 90,5% de los encuestados, respectivamente. Asimismo, son muy respaldadas también otras medidas como las sanciones por el incumplimiento del confinamiento, la vuelta a la actividad de las empresas no esenciales, la desescalada por gases o en impulso al teletrabajo, entre otras.

Sin embargo, al cierre de la encuesta -20 de mayo-, el 84,4% de los entrevistados se mostraba favorable a reabrir el comercio de forma inmediata y tres de cada cuatro reclamaban la recuperación de forma inmediata de la gestión total de sus competencias por parte de la CAV.

Finalmente, por colectivos en relación a su actuación frente a la crisis, el personal científico es el mejor valorado (8,2), seguido por los bomberos (8,1), el personal de Osakidetza (7,8) y las pequeñas empresas (7,6).

“Desde la Diputación estamos dando continuidad al trabajo iniciado la pasada legislatura, apostando por un nuevo modo de gobernar, más abierto y más cercano a los guipuzcoanos, ahondando en la colaboración con la ciudadanía y agentes económicos y sociales. En esta estrategia juega un papel fundamental la escucha activa de las necesidades y preocupaciones de la población y estudios como el que teneos entre manos nos ayudan a ello”, consideró Mendoza, quien concluyó que dado a la “excepcional” situación que se está viviendo desde mediados de marzo, encuestas como esta son “más necesarias si cabe”.

92,2%

Es el porcentaje de encuestados que se muestra muy o bastante preocupado por la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia.

24,5%

Es el tanto por ciento de encuestados que reconocen que la pandemia está perjudicando a la economía de su hogar, mientras que otro 29,7% afirma que esta situación está teniendo un efecto negativo importante en su empleo o su negocio.

53,9%

Considera la competitividad económica y el apoyo al tejido productivo como la principal prioridad del territorio, seguida por el refuerzo de la sanidad (35%) y de las políticas sociales (17,6%).

Pese a que tres de cada diez han padecido efectos económicos nocivos, casi la mitad (41,5%) ha sufrido más por su bienestar emocional