- La asociación cannábica Kanabotikan de Irun reclamó ayer que su actividad sea considerada como “esencial” y “amparada en el ejercicio de los derechos fundamentales” que no se encuentran suspendidos durante el estado de alarma y que, por lo tanto, pueda permanecer abierta durante este período.

El colectivo Kannabotikan hizo esta petición en una carta remitida al alcalde de Irun, José Antonio Santano, al que solicita que dicte una resolución urgente en ese sentido y le pide que, “si lo considera oportuno o necesario”, traslade también su demanda a la Consejería de Salud del Gobierno Vasco.

Con este escrito, la asociación irundarra, representada por el abogado Jon Razkin, se convierte en el primer colectivo cannábico vasco en sumarse a la ofensiva comenzada la semana pasada por otras asociaciones del Estado con el fin de que se les permita abrir durante el estado de alarma como los estancos, y se regularice de forma clara su actividad, con lo que calculan que las arcas del Estado recaudarían un mínimo de 370 millones de euros para paliar la crisis económica.

Este movimiento arrancó con sendos escritos de la asociación Cannasalut de La Garriga (Barcelona) y la madrileña Dos Emociones, en los que reclamaron poder abrir desde la fase 0 de la desescalada para dispensar cannabis a sus socios, con cita previa y prohibición de consumo en el interior. Kanabotikan recuerda además que “el consumo del cannabis en entornos privados es legal, así como su cultivo, que no puede superar una cantidad determinada para el consumo del propietario y que además no puede ser visible desde la vía pública”.