- Una mujer embarazada suplica que les vengan a rescatar. Llevan más de 56 horas en el mar, varias personas están inconscientes y su hijo de siete años se encuentra mal. Así se escucha en el audio difundido por Alarm Phone, una línea telefónica puesta en marcha por activistas que recibe las llamadas de los migrantes que se encuentran en peligro en el Mediterráneo Central. Es la llamada que atiende el barco Aita Mari, operado por la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), que se dirigía hacia España después de estar atracado en el puerto de Siracusa cuando decidió desviar el rumbo para ir a buscar a las barcazas en apuros. Y a las pocas horas localizó la embarcación con 47 migrantes, de los que seis están inconscientes y hay una mujer embarazada.

La propia ONG señaló que las autoridades de Malta dieron su autorización para repartir chalecos salvavidas, agua y comida a los migrantes y así se aseguró la flotabilidad, pero no permitían que pudieran ser trasladados a bordo. Unas horas más tarde, Malta autorizó el embarque en el Aita Mari de los 47 migrantes que estaban en el bote.

Según informó en Twitter la ONG, posteriormente se esperaba la llegada a bordo de un médico enviado desde la isla. Los migrantes, añadía anoche el mensaje difundido, “necesitan urgente asistencia médica”, mientras que el Aita Mari se encuentra sin tripulación de rescate y sanitaria y solo navega con la dotación mínima de siete marinos que se están ocupando de todo.

Con los puertos de Malta e Italia cerrados por las disposiciones de seguridad para frenar la pandemia de coronavirus, el Mediterráneo Central se sume en el caos con barcazas de migrantes sin asistencia y otras embarcaciones precarias que llegan de forma autónoma a las costas de Sicilia, como es el caso del Aita Mari

Sin embargo, sigue habiendo peticiones para que los rescates continúen pese al coronavirus. “Hay personas en el mar que necesitan urgentemente ser rescatadas y llevadas a puertos seguros”, escribió ayer mismo la Organización Internacional para las Migraciones.