NOaIN - El pamplonés Francisco Javier Miranda García, de 64 años, falleció ayer al estrellarse su avioneta en Noáin, a unos 500 metros del aeropuerto de Pamplona. La avioneta modelo Piper PA-60 Aerostar, con matrícula EC-HRJ, se accidentó después de que el piloto y único ocupante comunicara a la torre de control del aeródromo que se le había parado uno de los dos motores.

El accidente aéreo se registró sobre las 18.20 horas cuando la avioneta, propiedad del fallecido, volaba procedente de Sabadell (Barcelona) y estaba llegando a su destino, donde le esperaba su esposa. Por causas que investigará la CIAIAC (Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil), el aparato cayó al suelo a la altura del número 4 del paseo de la Estación de Noáin y posteriormente se incendió. La aeronave se estrelló junto a unas viviendas situadas junto a las vías ferrocarril, que separan Noáin del polígono industrial Mocholi, y chocó contra un turismo estacionado en la vía pública, que también ardió, y cerca de una vivienda, en la que en esos momentos se encontraba una persona. Sin embargo, no se registraron más daños personales, a excepción del fallecimiento del propio piloto.

Instantes antes del accidente, Francisco Javier Miranda comunicó por radio a la torre de control del aeropuerto que uno de los dos motores de la avioneta se le había parado, por lo que podría verse obligado a realizar un aterrizaje de emergencia. Tras la comunicación, los bomberos, personal de pista y otros recursos de la instalación aeroportuaria fueron activados, aunque el accidente se produjo de forma inmediata, sin que llegaran a producirse nuevos contactos entre el piloto fallecido y la torre de control.

La aeronave cayó a unos 500 metros del aeropuerto de Noáin, aparentemente en la trayectoria de aproximación a la misma pista de aterrizaje. Aunque en la zona había superficie de campo, la dirección que supuestamente siguió coincide con una pista asfaltada de acceso a las viviendas junto a las cuales se detuvo y en la cual habría intentado aterrizar el fallecido. Tras confirmarse el accidente aéreo, fueron movilizados los bomberos del propio aeropuerto, que prestaron la primera asistencia, aunque inmediatamente se sumaron a las tareas de rescate efectivos del parque central en Cordovilla (Galar) y tres ambulancias, dos de ellas medicalizadas. Las asistencias sanitarias solo pudieron certificar el fallecimiento del piloto de la avioneta.