donostia - Había grandes esperanzas depositadas en la reunión convocada ayer para desbloquear el conflicto laboral de las residencias de ancianos y centros de día de Gipuzkoa. Tras el encuentro, jarro de agua fría: lo que no se ha solucionado en tres años no iba a hacerlo en un solo día. Bastaron los primeros compases de la reunión entre sindicatos y patronales para darse cuenta de que si alguien guardaba alguna esperanza se iba a diluir de un modo inmediato. La brecha sigue abierta y, lejos de atisbarse una solución, la huelga continúa al menos hasta el 7 de febrero con visos de prolongarse tras una propuesta laboral que para ELA y LAB es "inaceptable". La patronal afeó la conducta de los sindicatos: "Ni siquera se han parado a analizarla".

ELA, la central mayoritaria en el sector, anunció que se levanta de la mesa y animó a hacerlo al resto de fuerzas sindicales, arengando a una huelga que dentro de dos semanas sumará ya 210 jornadas de paros, para desesperación de familiares y usuarios de centros de día y residencias, que llevan meses denunciando los efectos del conflicto laboral.

Las cosas no empezaron bien ayer por la mañana en la sede del Consejo de Relaciones Laborales de Donostia. Las centrales daban por hecho, "como un acuerdo de mínimos", que la negociación del nuevo convenio iba a tener en cuenta los años 2017 y 2018, encontrándose con la "sorpresa de que el marco laboral planteado tiene una vigencia de 2019 a 2022, sin contemplar los retrasos". A partir de ahí, las descalificaciones. "Creemos que es una tomadura de pelo de las empresas hacia las trabajadoras, los usuarios y sus familiares", denunció a la salida del encuentro el representante de ELA, Txomin Lasa, que comparenció ante los medios junto a la portavoz de LAB, Ana Sarriegi. Medio centenar de empleadas se concentraron en las inmediaciones.

Las expectativas eran altas porque en realidad la cita se tenía que haber celebrado el viernes pasado y se pospuso a petición de las patronales. Querían ganar tiempo para pulir una propuesta sobre la que negociar. Con ese fin acudieron ayer representantes de Adegi, Lares, Matía 2020 y la Asociación de Centros Gerontológicos-Garen, las cuatro patronales que agrupan a las firmas que prestan servicio en empresas y centros de día de mayores de Gipuzkoa. Al otro lado de la mesa hubo representación de ELA, que aglutina al 60% del sector; LAB, que cuenta casi con el 20%, y CCOO y UGT, que disponen en torno a un 10% cada uno.

sorpresa Si los sindicatos censuraron la propuesta empresarial, la patronal también mostró su sorpresa. "Los tiempos de una negociación son los que son, y lo que no se puede aceptar es la imposición de un sindicato (ELA) que se ha pasado año y medio sin sentarse a la mesa. Se ha perdido mucho tiempo, y me temo que estamos ante una estrategia política de confrontación y bloqueo contra las instuciones, como hemos visto en otros sectores". De las cuatro patronales del sector, Juan Ramón Apezetxea, representante de la asociación de empresarios Garen, fue el único en hacer ayer a este periódico una valoración del encuentro.

"Hemos llevado una propuesta de mejora en cuestiones sustanciales como la antigüedad, los días festivos y de descanso, algo que ni siquiera se ha entrado a valorar. Por un lado, nos encontramos con un sindicto que hasta ahora no participaba en los encuentros, y otros dos (LAB y CCOO) que venían de oyentes a las reuniones, pero sin propuestas".

La central abertzale, entretanto, no cede terreno. Entiende que se deben cumplir dos condiciones para avanzar en la negociación: la primera, que se firme el convenio sectorial y que se renueven los convenios de empresa; y la segunda, que se contemplen incrementos salariales para los años 2017 y 2018.

De momento, las patronales han firmado con UGT un acuerdo parcial de retribuciones, que supone un incremento del salario del IPC +0,5 para este año y para 2021, además de una paga extra de 900 euros de media (en función de la categoría laboral) en concepto de atrasos. "Es el único sindicato que ha valorado nuestra propuesta. Estamos hablando de una jornada real de 1.500 horas, menos de 35 horas semanales. No creo que se pueda hablar de tomadura de pelo cuando el resto de sindicatos ni siquiera han hecho una valoración de nuestra propuesta". ELA anunció ayer que "no se va a sentar más" en la mesa negociadora hasta que haya un planteamiento que incluya 2017 y 2018. "Llevamos ya tres años sin convenio y con movilizaciones, y la oferta actual supone saltarse lo más básico". Lasa se preguntó si la patronal quiere realmente "hablar en serio" o "provocar" para que se rompan las conversaciones.

Por lo pronto, hay convocada una nueva reunión para el próximo 12 de febrero a la cual ELA ya ha anunciado que no acudirá. LAB y CCOO tienen que estudiarlo.

La central abertzale animó a los sindicatos a sumarse a los paros porque "no hay manera de avanzar", y pidió a las centrales que no acudan a la próxima cita "porque se están riendo de las empleadas".

Desde la patronal censuraron la estrategia de ELA, "que inicialmente nos hizo una propuesta estratosférica y luego se marchó de la mesa. A eso no se puede llamar negociacion, sino imposición".

La responsable de LAB criticó que "alargando las negociaciones pretenden hacernos perder los años que van pasando, pero no lo vamos a aceptar". Este sindicato y ELA responsabilizan a la Diputación de la demora en la resolución del conflicto.