donostia - Josu Sarriegi decidió sumarse a la venta online a través de dendaGo y comercializar los productos que físicamente vende en Koboloi, la juguetería que regenta en la calle Elosegi de Lazkao.

Sarriegi ha optado por una doble vía, la de la plataforma y la de la web propia, que estará activa en breve.

“Somos conscientes que los hábitos de compra han cambiado por muchas razones: porque nos es más cómodo, nos traen la compra a casa... Hemos observado, y contrastado con otros comerciantes, que cada vez pasa menos gente por las tiendas”, constata Sarriegi que, así las cosas, considera que también el comercio de proximidad debe “adaptarse a los cambios”.

“En dendaGo llevamos un año. Hemos vendido algunas cosas, sí, pero creo que necesita un poco más de publicidad. Es una iniciativa del Gobierno Vasco y nos dijeron que la iban a promocionar. Creo que la gente todavía no conoce la plataforma y, claro, si no la conoce es muy difícil que la use en sus compras”, añade Sarriegi.

En este aspecto de falta de publicidad coincide Aldalur, que asegura que esa campaña se va a llevar a cabo en breve, una vez todos los detalles para que la plataforma opere con normalidad y con éxito estén ya rematados.

“La idea en sí es buena, porque los comercios de proximidad podemos usar esa plataforma para vender nuestros productos y es una oportunidad para plantar cara a Amazon y otras grandes plataformas de venta online”, apunta Sarriegi.

El exfutbolista profesional, ahora comerciante, agradece el ahorro de esfuerzo que supone sumarse a una plataforma que se encarga de la gestión de esas ventas. “Nosotros lo que hacemos es colgar nuestros productos y prepararlos para que el servicio de reparto que organiza la propia plataforma los recoja”.

Pero en Koboloi no se han conformado solo con poner en sus productos en venta en dendaGo y también han optado por activar su web propia. “Al pequeño comercio le cuesta dar el salto a Internet, porque tiene mucho costo. No resulta sencillo realizar esa inversión, porque para lograr beneficios hay que vender mucho por Internet”, constata Sarriegi.

Pero, reconoce, “no se trata únicamente de vender directamente, sino de presentar nuestro comercio no solo ante los lazkaotarras sino ante un mercado mucho más amplio, que puede llegar a Gipuzkoa, toda Euskal Herria e, incluso, el Estado español”.

Disponer de una web propia, dice, permite “abrir el mercado” e informar a un público más amplio de la oferta disponible en el comercio.

Sarriegi reconoce que siempre ha estado muy al tanto de los movimientos de las asociaciones de comerciantes y por ello ha tenido acceso a los distintos programas que se ponen a disposición del pequeño comercio por parte de las instituciones o federaciones mercantiles. De ahí que haya accedido a “unas subvenciones para poner en marcha la web. Ese tipo de ayudas son fundamentales para el pequeño comercio. Toda la sociedad y la clase política esta dándose cuenta de que nos hace falta apoyo ante los cambios en los hábitos de compra”, concluye.