La esperanza de vida aumentó en 2024 en Euskadi y alcanzó "máximos históricos" con 81,7 años en los hombres, 0,5 años más que en 2023, mientras que en las mujeres el aumento fue de 0,4 años, alcanzando los 87,0 años. Por su parte, la fecundidad se sitúa en 1,17 nacimientos por mujer y la edad media a la maternidad alcanza los 33,4 años, según datos del Eustat.

La comparación con el conjunto de la Unión Europea evidencia que la población vasca de una esperanza de vida superior, ya que los hombres viven, de media, 2,5 años más que sus homólogos europeos, mientras que las mujeres superan la media europea en 2,6 años.

Si se compara con España, país que destaca por tener una de las esperanzas de vida más elevadas de Europa, Euskadi también presenta cifras superiores, concretamente en 0,3 años para los hombres y en 0,5 años para las mujeres.

Tanto los hombres como las mujeres vascas han experimentado un incremento sostenido de su esperanza de vida, a pesar del descenso registrado en el año de la pandemia y los dos posteriores (entre 2020 y 2023).

En concreto, comparando con los datos de 1976, cuando la esperanza de vida era de 69,6 años para los hombres y 76,9 años para las mujeres, se observa un aumento de 12,1 años en los hombres y de 10,1 años en las mujeres. Esta evolución implica una ganancia anual aproximada de tres meses de vida para los hombres y de dos meses y medio para las mujeres.

Según el Eustat, el avance más acusado entre los hombres ha conducido a una reducción de la brecha de género, ya que la diferencia entre ambos sexos se sitúa actualmente en 5,3 años, cuando en 1991 y 1994 alcanzó su máximo de 8,7 años.

TUMORES, PRINCIPAL AMENAZA

Los tumores continúan siendo la principal amenaza para la esperanza de vida y, si se lograra su completa eliminación, los hombres prolongarían su vida en 4,0 años y las mujeres en 2,8 años.

Las causas externas de defunción tienen un impacto menor, ya que restan algo más de 9 meses de vida a los hombres y 4 meses a las mujeres, cifras que se reducen en el caso de los accidentes de tráfico a casi mes y medio en los hombres y una cantidad prácticamente insignificante en las mujeres.

Por otra parte, la fecundidad de Euskadi se mantiene en valores muy bajos en 2024. El promedio de nacimientos se sitúa en 1,17 nacimientos por mujer, por debajo de los 1,38 nacimientos registrados en la Unión Europea (dato de 2023) y muy lejos de los 2,7 nacimientos de media que se daban en 1976 y de los 2,1 necesarios para asegurar el remplazo generacional.

Por Territorios históricos, Bizkaia, con 1,09 nacimientos por mujer, presenta el índice más bajo, mientras que en Álava la tasa asciende a 1,27 y en Gipuzkoa es de 1,25.

Según los Indicadores para el análisis de los fenómenos demográficos, se prevé que una mujer media tendría 0,59 primeros nacimientos, lo que implica que un 41% de las mujeres no tendría ningún descendiente. Además, la media de segundos nacimientos sería de 0,42 y de 0,16 nacimientos la de orden tercero o posterior.

Ello significa que, por cada diez mujeres, en promedio, habría menos de dos nacimientos de tercer orden o superior, mientras que en 1976 por cada diez mujeres se observaban cerca de ocho nacimientos de tercer orden o superior.

Otra de las características de la fecundidad de las mujeres vascas es la elevada edad media a la maternidad, que alcanza los 33,4 años, cifra que supera en más de dos años la media de la Unión Europea (31,2 años en 2023) y en 4,8 años la edad registrada en 1976.

Álava presenta una edad media algo más baja que los otros dos territorios (32,9 años), mientras que en Bizkaia llega a 33,4 años y en Gipuzkoa a 33,6 años. El nivel tan bajo de fecundidad ha hecho que la edad media al nacimiento del primer hijo sea 7,1 años superior a la de 1976 y se sitúe en 32,5 años.

Por su parte, la nupcialidad alcanza los niveles de antes del Covid-19. El porcentaje de primeros matrimonios que acabarían por celebrarse conforme al índice de nupcialidad de 2024 es de 46,6% para los hombres y el 50,5% para las mujeres, valores que suponen un descenso de 2,0 puntos porcentuales en hombres y 0,9 puntos en mujeres respecto a un año antes.

A pesar de esta disminución, los porcentajes vuelven a alcanzar los niveles observados en el período prepandémico, mostrando una recuperación en la tendencia nupcial

El análisis de la nupcialidad muestra que la edad media al contraer el primer matrimonio en 2024 fue de 38,3 años para los hombres y de 36,8 años para las mujeres.

Estos datos son prácticamente iguales a los registrados en 2023 para ambos sexos. Al igual que sucede con la fecundidad, se constata una considerable concentración de los matrimonios en determinadas franjas de edad. En el intervalo comprendido entre los 30 y los 39 años se celebran el 53% de los matrimonios, tanto en hombres como en mujeres.

Por otra parte, la emigración en Euskadi se caracteriza principalmente por su marcado perfil intraprovincial. Así, en más de la mitad de los casos de migraciones, tanto masculinas como femeninas, el municipio de destino se encuentra en el mismo territorio que el de origen.

En cifras, esto supone una media de 2,1 movimientos de tipo intraprovincial sobre un total de 4,0 emigraciones a lo largo de la vida de los hombres y 2,0 sobre 3,7 en el caso de las mujeres. Por otro lado, a los hombres les corresponden 1,7 emigraciones con destino a fuera de Euskadi, que equivale a un 43% del total de sus desplazamientos, mientras que las mujeres realizan 1,5 emigraciones de este tipo, que suponen un 40% del total.

Al analizar los distintos territorios, se observan diferencias en cuanto al número medio de emigraciones en los hombres. En Álava, la media es de 3,3 movimientos, mientras que en Bizkaia asciende a 4,3 y en Gipuzkoa se sitúa en 3,8.

Estas diferencias están vinculadas a la movilidad intraprovincial, ya que los hombres de Bizkaia registran una media de 2,5 movimientos dentro de su propio territorio frente a 0,9 que se observan en Álava.

En los movimientos entre los territorios destaca Álava, con 0,5 movimientos por persona, el doble de los que se dan en Bizkaia (0,2); Gipuzkoa se sitúa en el medio con 0,3.

En cuanto a la edad media en el momento de emigrar, se observa que las mujeres que se trasladan fuera de Euskadi son las de mayor edad, con una media de 35,1 años. Según Eustat, las que cambian de residencia dentro del mismo territorio lo hacen con 33,6 años de media, y aquellas cuyo destino es otro territorio, con 33,4 años.

Entre los hombres también son los de edad más elevada los que emigran fuera de la Comunidad Autónoma con 35,9 años y los más jóvenes son los que se trasladan entre los territorios (33,7 años); los que se mueven dentro de su territorio tienen una edad promedio de 34,1 años.

Si se consideran los cambios de residencia dentro del propio municipio, se detecta una mayor movilidad entre la población residente en Álava, tanto en mujeres como en hombres. Las mujeres de Álava presentan una media de 4,7 traslados dentro del municipio, mientras que en los hombres esta cifra alcanza los 4,8. Estas medias superan a las registradas en Bizkaia y Gipuzkoa, donde el promedio de traslados por persona es inferior a cuatro.