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La polémica que llena y no alimenta

La marcha atrás con sordina de las listas de EH Bildu llenó el día de campaña para DISFRUTE DEL pp Y LA PROPIA COALICIÓN POR SU protagonismo de los últimos días

La polémica que llena y no alimenta

No fue una retirada de listas –que habría supuesto dejar a EH Bildu sin opciones en los municipios afectados– pero sí un gesto de sus candidatos condenados por delitos de sangre anunciar que no tomarán posesión de sus actas si son elegidos. La coalición correrá lista y amasará el voto de quienes se alineen con la conclusión de Arnaldo Otegi de que no ha estado bien pero, en el fondo, la culpa es de todos los demás partidos que les han afeado la insensibilidad de sus listas electorales.

Marcó la jornada de campaña una marcha atrás con sordina en la que se eligieron las palabras con cuidado para que no quede duda de que se quiere no herir más sin aceptar la responsabilidad de los que hirieron demasiado. Está por ver si al PP le basta para soltar presa. Ni el PP pugna con EH Bildu en Euskadi ni la coalición disputa nada a la derecha española pero a ambos les ha venido una jugosa polémica que les ha puesto a jugar a la polarización porque a la derecha española le conviene ser antagonista de la izquierda independentista y a esta aparentar que se juega concejalías con ellos.

El tono no acaba de decantarse entre los ejes izquierda y derecha, pasado y futuro, pero este ruido, aprovechado de nuevo por Feijóo ayer para fustigar a Sánchez en el Senado –en un mini debate en el que el líder popular salió trasquilado por la memoria de los acuerdos de su partido con Bildu en Gasteiz y el esgrima dialéctico de Aznar sobre el MLNV–, llena horas sin sustancia hasta hacer olvidar que se eligen alcaldes y alcaldesas, diputados forales y junteros. Cabe la posibilidad de que se pueda pasar página y el contraste de proyectos empiece a dirigir la agenda. Aunque en el turno de tarde, EH Bildu insistió en la teoría de la conspiración derechista por boca de Iriarte y Ruiz.

Triángulo

Entretanto, desde el PNV, Andoni Ortuzar alertó del riesgo de atascarse en ese bucle: “No debemos caer en la trampa de estos tres: Sánchez, Feijóo y Otegi componen un triángulo, el triángulo de las Bermudas, donde Euskadi desaparece en el pasado”. Con la duda sobre la naturaleza táctica de la maniobra de desmarque de las actas, al no ir acompañada de un pronunciamiento ético contundente por parte de Otegi, el presidente del EBB incidió en el camino pendiente: “todo esto demuestra que la izquierda abertzale no puede o no quiere quitarse la mochila de su pasado y de la violencia. Aún le queda un largo camino que recorrer a la ética y a la democracia. Ojalá lo hagan pronto, lo digo sinceramente”.

A su lado, Iñigo Urkullu –que trasladó su pesar por las dos muertes en lo que apunta a ser un crimen machista en Orio– pidió el voto en términos de avance “confiando el timón de nuestro futuro a un modelo que se ha demostrado eficaz, solvente e innovador” frente a la alternativa de “quienes prometen mucho pero nunca dicen cómo hacerlo”.

Por lo demás, el día en Euskadi contó con la gira del europarlamentario de Vox Jorge Buxadé, empeñado en que lo que hacen falta son cuarteles del ejército –como los de Loiola– y de quien se apoyó en el partido ultra para alcanzar la Junta de Castilla y León, el popular Fernández Mañueco, telonero de la próxima visita de Isabel Díaz Ayuso.

Invisibilidad del PSE

Mientras recibía la visita de la ministra de Educación, Pilar Alegría, el candidato del PSE-EE en Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, denunció acoso a sus siglas, cuyos carteles habrían sido arrancados en algunas localidades, “Se está impidiendo al PSE-EE que pueda desarrollar su campaña electoral en igualdad de condiciones que los partidos abertzales”, afirmó.