Pedro Sánchez, como dirigente del PSOE que es, “tiene ahora la gran oportunidad de ser valiente” y expresar su pesar y solidaridad a los habitantes de Gernika-Lumo por el bombardeo sufrido hace 84 años. Más aún, podría impulsar una condena por parte del Gobierno español de dicho ataque y, en última instancia, acompañarla de una petición de perdón, algo que ya hizo Alemania a finales de los 90. Así lo expresaba el superviviente del bombardeo, Emilio Aperribay, en una carta que entregó en mano al lehendakari, Iñigo Urkullu, el pasado 26 de abril, fecha del aniversario del ‘raid’, con Sánchez como destinatario.

Urkullu envió la misiva a Moncloa al día siguiente y la acompañó de un escrito propio que hacía suyos y reforzaba los argumentos de Aperribay, que salió con vida tras volar por los aires el refugio en el que se encontraba. El lehendakari ha recordado que, siete meses después, las cartas no han obtenido respuesta. Más aún, ha afeado a Sánchez que no haya aprovechado su visita hoy a Euskadi para corresponder la invitación de visitar Gernika-Lumo.

El presidente español ha acudido a Bilbao para avalar la elección de Eneko Andueza como nuevo secretario general del PSE, y cerrar de paso el IX Congreso de los socialistas vascos. Una oportunidad perdida, a juicio del jefe del Ejecutivo vasco, sobre todo ahora que la nueva Ley de Memoria Democrática, que sustituirá a la Ley de Memoria Histórica de Zapatero, está siendo tramitada en el Congreso. “Si el presidente del Gobierno español o Moncloa se hubiera puesto en contacto con el lehendakari o Lehendakaritza para comunicar su presencia, no solo como secretario general del PSOE, hoy en Euskadi, así como de su visita a una empresa, el lehendakari le habría recordado la carta, sin respuesta, que le envió el pasado 27 de abril”, ha afirmado Urkullu en un Foro sobre desarrollo sostenible en la Universidad de Deusto.

RESPONSABILIDAD DEL ESTADO

Efectivamente, antes de participar en el cónclave del PSE Sánchez ha visitado las instalaciones de la empresa Biolan Health en Zamudio, donde ha subrayado la apuesta de su Ejecutivo por la ciencia y la innovación. Fuentes de Lakua consultadas por este medio han asegurado que al lehendakari le ha “sorprendido” que el líder socialista tuviera en su agenda un acto institucional, en referencia a la visita a esa empresa, “y que no se haya avisado al Gobierno vasco”. Las mismas fuentes recuerdan que, en la carta que le remitió el 27 de abril, Urkullu aseguraba que ve necesario “un reconocimiento de responsabilidad por parte del Estado de los bombardeos de 1936”.

En su alocución, el jefe del Ejecutivo de Gasteiz ha destacado que ayer se conmemoró el 20-N, fecha de la muerte de Franco, a lo que se suma el actual debate en torno a la Ley de Memoria Democrática. El miércoles pasado los grupos del Congreso presentaron sus enmiendas a la nueva norma, entre las que se incluía un acuerdo del PSOE y Unidas Podemos que posibilitaría sortear la Ley de Amnistía de 1977 a la luz de la legislación internacional. Ambas formaciones discrepan, no obstante, sobre el verdadero alcance de esta medida a la hora de juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el franquismo.

El lehendakari ha insistido en que habría “acompañado gustosamente” al presidente español en una visita a Gernika-Lumo, “tal y como le proponía en la carta mencionada”. Pese a que el momento ha pasado, da por advertido al inquilino de Moncloa y expresa su esperanza de que ese desplazamiento se produzca el 26 de abril de 2022 en Gernika-Lumo o el 31 de marzo en Durango, fecha en la que esa localidad también fue bombardeada hace 84 años.

A FAVOR DE LA COGOBERNANZA

Mientras, Pedro Sánchez ha aparecido a las 12.20 horas en el Palacio Euskalduna junto a Eneko Andueza para poner el broche final al congreso del PSE. En su discurso, el presidente español se ha referido a la labor de las Comunidades Autónomas durante la pandemia y ha alabado la cogobernanza. Mirando a las presidentas de Nafarroa y La Rioja, María Chivite y Concha Andreu, respectivamente, que estaban sentadas en primera fila, el líder del PSOE ha recordado que, durante la gestión de la crisis sanitaria, “hemos estado abocados a tomar decisiones inimaginables pero no hemos estado tan solos” como cabría suponer.

Ha destacado que su Gobierno practica la voluntad de diálogo y acuerdo con el diferente, postura que ha extendido a la denominada mayoría de la investidura, los grupos del Congreso que votaron a favor de su nombramiento como presidente español, y también a los gobiernos autonómicos. Ha ensalzado por ello la fórmula de la cogobernanza y ha hecho hincapié en que se celebrará una conferencia de presidentes cada seis meses.