- El independentismo trata de buscar gestos que le permitan ser optimista respecto a la resolución del conflicto catalán pero periódicamente se encuentra con obstáculos judiciales que enredan la estrategia de distensión. El último de ellos llega procedente del Tribunal de Cuentas tras su decisión de rechazar los avales por valor de 5,4 millones de euros presentados por la Generalitat a favor de casi una treintena de ex altos cargos del Govern por la promoción del proceso soberanistaen el exterior. Esos avales cubrían la responsabilidad contable de 28 personas, entre ellas los expresidentes Artur Mas y Carles Puigdemont, el exvicepresident Oriol Junqueras o los exconsellers Raül Romeva y Francesc Homs o Andreu Mas-Colell.

La instructora de la causa, Esperanza García Moreno, establece en su resolución que “procede el embargo de los bienes y derechos de las personas que, habiendo sido declaradas presuntas responsables contables, aportaron los referidos avales”. Su postura coincide con otra de la Sala de Justicia del Tribunal que rechaza los recursos presentados contra toda la instrucción desarrollada y contra la liquidación provisional fijada en 5,4 millones. Es decir, por una parte continúa el procedimiento abierto por la responsabilidad contable de los implicados en la promoción exterior del procés entre 2011 y 2017; y por otra se rechazan los avales aportados para asegurar esa posible responsabilidad si cuando concluya el procedimiento así se considera. El Tribunal de Cuentas interpreta que la ley no permite dar cobertura pública al patrimonio privado de las personas al servicio de la Administración “que hubieran obrado con dolo, o culpa o negligencia grave en la generación del daño, sea este ocasionado a aquella o a terceros”.

Los avales se apoyaban en un Fondo Complementario de Riesgos creado por el Ejecutivo de Pere Aragonès mediante un decreto ley, posteriormente avalado por el Parlament, para que se cubrieran esas fianzas. El fondo, que para el Govern tiene “solidez jurídica”, recibió en su día el aval unánime del Consell de Garanties Estatutàries (CGE) de Catalunya, requisito que era imprescindible para el voto a favor del PSC.

El mundo soberanista no tardó en mostrar su malestar. El líder de ERC, Oriol Junqueras, consideró que “la persecución contra el independentismo persiste y se intensifica”. “Ahora, embargándonos, incluso, las casas donde viven nuestros hijos”, censuró en un apunte en Twitter, donde recordaba que ayer se cumplían dos años de la sentencia del 1-O. Eso sí, defendió que eso no les hará desfallecer y reivindicó la amnistía, el referéndum y la independencia: “¡Hasta la victoria!”.

Los principales dirigentes de JxCat lanzaron una andanada al Gobierno español: “Con este Estado no hay nada que hacer”. Así lo señaló el vicepresidente de Junts y exconseller de Presidència, Jordi Turull, para quien el “ánimo de escarmiento y de venganza” del Estado “hacia la voluntad de las urnas en Catalunya no tiene límite”. En una línea similar se expresó la principal voz posconvergente en el Govern, el vicepresident Jordi Puigneró: “España ni cambia ni cambiará”. La vicepresidenta y portavoz de JxCat, Elsa Artadi, afirmó que el diálogo y la propuesta del Estado para Catalunya es “represión”. En idéntica sintonía, el expresident Quim Torra avisó: “Con España no hay nada que hacer”. “Nos dicen a gritos que la única solución es la independencia. Ni la mesa ni ningún otro engaño resolverá la represión, el estrangulamiento económico o la persecución sistemática contra el catalán”, valoró. Su predecesor, Carles Puigdemont, adjuntó una noticia sobre el pacto PSOE-PP para renovar el Tribunal de Cuentas, con el mensaje: “Ya nos hemos dado cuenta”.

El expresident Artur Mas dijo que ha presentado su piso como garantía ante una decisión que le sitúa en “el peor de los escenarios”.

A ERC: “No negocien por mí”. Carles Puigdemont pidió a ERC no negociar sobre su situación personal con el Gobierno español, ni en la mesa del diálogo ni en otros espacios bilaterales, y reclamó respeto por su estrategia en el extranjero: “No buscamos ningún indulto anticipado ni creemos que esta opción aporte ninguna solución al conflicto”. Asimismo, solicitó al Govern respetar su decisión, “por si ha tenido o tiene la tentación de incluir esta ‘salida personal’ en las conversaciones” que mantiene con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

“El ánimo de venganza y escarmiento no tiene límite, con este Estado no hay nada que hacer”

Vicepresidente de Junts y exconseller