- Esquerra quiere desvincular la mesa de diálogo que arrancará en septiembre de la negociación de los próximos presupuestos Generales del Estado (PGE). Pere Aragonès entiende que el compromiso para alcanzar objetivos a través de la negociación y el pacto debe mantenerse incluso en el supuesto de que no validen las cuentas del Ejecutivo de Pedro Sánchez. De hecho, el president está convencido de que la voluntad del líder del PSOE esta vez no es fruto de una negociación sobre los presupuestos, sino que es sincera”. “Las cuentas son una cosa y la negociación, otra. Dicho de otra manera, si rechazamos los presupuetos debe seguir el compromiso con la negociación”, defendió ayer el dirigente republicano en una entrevista al diario El País, insistiendo en que el Govern no se levantará de la mesa incluso en el peor de los escenarios.

Aragonès espera que el soberanismo pueda construir una posición unitaria en cuanto a los números que presente Moncloa pero tampoco lo considera “un impedimento para que pueda avanzar una negociación con la máxima ambición”. Preguntado por el plazo de dos años para evaluar los resultados del diálogo que pactó con la CUP, el Jefe del Ejecutivo catalán afirmó que esta evaluación “no tiene que conllevar necesariamente la finalización de la negociación; tampoco quiere decir que se alargue sine die”. De hecho, recordó que en 2023 finaliza también la legislatura en el Estado. Una forma de analizar los posibles avances en ese foro bilateral será comprobar que “no se está cerrando la puerta a ninguna propuesta”, por lo que debatirá el planteamiento que haga el Gobierno español, pese a que a su juicio un nuevo Estatut no es la solución porque excluye a una parte de la ciudadanía. Desde el Ejecutivo de Sánchez ya se ha dado asimismo carpetazo público a debatir sobre la amnistía y el derecho de autodeterminación. Pero el prisma de Aragonès es otro: “Margen hay si hay voluntad política. Nuestra propuesta es clara: para solucionar el conflicto tiene que haber igualdad de condiciones entre las partes. Es necesaria la amnistía, porque los otros instrumentos son incompletos. Y la relación entre Catalunya y España se debe de decidir en un referéndum”.

El president no piensa que la remodelación de Gobierno emprendida por Sánchez afecte al horizonte que ya estaba programado. “Lo importante no es el quién sino el qué”, señala, al tiempo que entra a valorar el desplazamiento de Miquel Iceta de la cartera de Política Territorial para encargarse de Cultura y Deportes. “No voy a entrar en especulaciones. Lo importante son los hechos, las propuestas concretas y no las personas”, remarcó. Aragonès también justifica su ausencia de la conferencia de presidentes autonómicos asegurando que “mi experiencia es que son un acto de significación política pero sin contenido de trabajo. Participar en lo que solo es un acto simbólico, con la situación que tenemos en Catalunya, sería normalizar lo que no es normal. Estos foros están lejos de una concepción federal”.

Por último, aprovecha para cargar contra el Tribunal de Cuentas, que ha obligado al Govern a crean un fondo de 10 millones de euros para las fianzas impuestas a los ex altos cargos por promover el procés en el exterior. “Un tribunal que, además, acaba siendo refugio para los exministros del PP; un 10% de la plantilla son familia entre ellos, un nivel de nepotismo que le quita legitimidad; que no ha perseguido a los ERE; a los responsables del partido del PP que eran cuñados de los magistrados del Tribunal de Cuentas..., claramente el problema es el Tribunal de Cuentas, no que la Generalitat dé protección jurídica a sus cargos”.

“La mesa avanzará en la medida en que no se esté cerrando la puerta a ninguna propuesta”

“Un nuevo Estatut no es la solución porque excluye a una parte de la ciudadanía catalana”

President de la Generalitat