- El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer la propuesta de PSOE y Unidas Podemos para reformar la Ley del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de modo que no pueda hacer nombramientos discrecionales en la cúpula judicial un vez expirado su mandato. La previsión es que, tras su paso por el Senado, los cambios estén en vigor en el mes de abril. Para aprobar la proposición de ley, era necesaria una mayoría absoluta de 176 votos, pero el Gobierno español la superó con creces hasta sumar 196 diputados. En contra votaron el PP, Vox y Ciudadanos, hasta alcanzar los 150 diputados, y también hubo una abstención. Durante el debate previo, PSOE y Unidas Podemos defendieron que se trata de una propuesta “necesaria” ante el bloqueo impuesto por el PP a la renovación del CGPJ, pendiente desde hace dos años. Los populares, por su parte, calificaron la reforma de “chantaje”, mientras que Vox y Ciudadanos volvieron a hablar de ataque a la independencia del Poder Judicial.

El objetivo de la reforma, según el texto de la iniciativa legislativa, es “establecer el régimen jurídico aplicable al Consejo General del Poder Judicial cuando la composición del mismo no se renueve en el plazo establecido por la Constitución, abocando al órgano constitucional a continuar en funciones hasta su renovación”. En concreto, propone que un CGPJ vencido no pueda nombrar presidentes del Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional, los Tribunales Superiores de Justicia y las Audiencias Provinciales.

El PNV cuestionó la reforma “exprés” impulsada por PSOE y Podemos sin consenso y sin atacar la raíz del problema -la aplicación de “criterios sectarios y partidistas”, con cuotas y vetos, en la elección del CGPJ- pero su portavoz, Mikel Legarda, recordó que el responsable del bloqueo es el PP, que “instrumentaliza un proceso garantista en elección en beneficio propio y en perjuicio de la institución”. Para Jon Iñarritu, de EH Bildu, la reforma “se queda corta” porque los vocales no dimiten.