- La mirada política de la semana se centra ya en el tradicional mensaje navideño de Felipe VI y en si contendrá referencias a la situación de su padre, el emérito, después de que renunciara a regresar al Estado español en estas fechas sin quedar claro el porqué, más cercano al hecho de estar enfrascado en asuntos de presunta corrupción que por la pandemia del coronavirus. Según apuntan diversas fuentes, Moncloa y Zarzuela trabajan conjuntamente en afinar el discurso del actual monarca para dotarlo de un contenido que haga referencia implícita a la difícil coyuntura de Juan Carlos de Borbón. Una alusión sin mención directa pero que separe a la institución monárquica de la labor del rey en ejercicio, un asunto que llevaría directamente la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, con su interlocutor natural, Jaime Alfonsín, jefe de la Casa Real. Además, en las audiencias entre Sánchez y Felipe VI el tema ha estado sobre la mesa.

Mientras desde la derecha instan al Gobierno de coalición a que no interfiera en lo que quiera trasladar el monarca; Calvo reseñó ayer que el rey “sabe leer muy bien nuestro país y estará a la altura de un año muy difícil para trasladarnos la seguridad y tranquilidad que le corresponde como símbolo de la unidad del Estado”. “Vamos a respetar a su majestad, que se va a dirigir sin ningún tipo de cortapisas al conjunto de los españoles con el refrendo del Gobierno y no tiene más trámite que el de siempre”, consideró. Por su lado, su socio de Ejecutivo, Unidas Podemos, exige una comisión de investigación en el Congreso sobre el emérito, la posibilidad de un referéndum sobre la monarquía.

Desde el PP, su líder, Pablo Casado, afirmó que Felipe VI ha hecho “siempre” discursos “muy oportunos” en Navidad apelando a la concordia, a la unidad nacional y al progreso, y pronosticó que ocurrirá lo mismo este año, máxime cuando es “más necesario que nunca”. Apuntó a la posibilidad de que pueda reiterar su “compromiso” con la “ejemplaridad, la transparencia y la honestidad” como ya hizo en su discurso de proclamación. Por su parte, Vox censuró supuestas “presiones” del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, al que acusó de pretender “dirigir” las conversaciones de los ciudadanos estas navidades. A su entender, estos “van a hablar de muchas cosas, pero no de monarquía, ni de república”. “Iglesias sí que va a ser objeto de conversación para las familias. Hablarán de la nefasta gestión criminal de este Gobierno y de su responsabilidad y la de Sánchez en esta crisis”, dijo el dirigente ultraderechista. En paralelo, la portavoz de la Ejecutiva nacional de Ciudadanos, Melisa Rodríguez, estimó que el rey no necesita “ningún consejo” de Sánchez para su discurso de Nochebuena ni para ningún otro”. No creo que le sea demasiado útil”, zanjó, coincidiendo con la opinión de la líder de su partido, Inés Arrimadas.

Un año más, en este contexto, el PP vasco recurrió a un asunto tópico. Su secretaria general y parlamentaria por Araba, Laura Garrido, tachó de “lamentable” que ETB no emita el discurso de Felipe VI y censuró que la televisión pública vasca está, en su opinión, “al servicio del ideario nacionalista” y de “sus objetivos partidistas”. A través de un tuit, reivindicó que una televisión pública vasca “al servicio de la pluralidad de la sociedad vasca”. Los datos de audiencias en la CAV del discurso del rey responden por sí solos.

“Respetemos a su majestad, que se dirigirá sin cortapisas y con el refrendo del Gobierno”

Vicepresidenta primera del Gobierno

“Las familias no hablarán de la monarquía sino de la gestión criminal de Sánchez e Iglesias”

Portavoz de Vox