El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado que el Gobierno vasco retrasó "todo lo posible" el cierre de la hostelería porque es consciente de que esta es una decisión "dolorosa" y que tendrá consecuencias económicas, pero ha subrayado que es necesario anteponer "el bien mayor de la salud pública" a cualquier otra consideración, y ha advertido de que, dada la expansión de la pandemia, es necesario adoptar medidas y actuar con responsabilidad "para evitar el confinamiento general y el colapso sanitario".

Urkullu ha respondido de esta forma, en el pleno de control que celebra este viernes el Parlamento Vasco, a una pregunta de EH Bildu sobre las medidas que tiene previsto adoptar el Gobierno autonómico para compensar a la hostelería por el perjuicio económico que ha causado el cierre decretado para el sector como medida para tratar de contener el avance de la pandemia.

CIERRE DE LA HOSTELERÍA EN EUSKADI

El lehendakari ha aprovechado sus intervenciones para defender la decisión de decretar el cierre de la hostelería y poner en valor las ayudas aprobadas por el Gobierno vasco para el sector. Además, se ha preguntado si los hosteleros estarían dispuestos a asumir el modelo de ayudas alemán, por el que se compensará a los establecimientos hosteleros por un valor equivalente al 75% de su facturación en 2019, un mensaje que ha sido interpretado por el PP como una posible sugerencia de que en la hostelería "no se pagan" los debidos impuestos.

La primera pregunta al lehendakari sobre la situación de la hostelería ha sido formulada por el parlamentario de EH Bildu Iker Casanova, quien ha denunciado que las medidas aprobadas por el Ejecutivo para compensar al sector no son más que "parches", y que las ayudas que se han puesto en marcha son "insuficientes" y han llegado "tarde".

En su respuesta, Urkullu ha repasado los distintos programas de ayudas para el sector aprobadas en los últimos meses por el Gobierno vasco, que ascienden a 45 millones de euros, así como otras medidas como un complemento de 150 euros mensuales para los afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con bajos ingresos, o una línea de crédito de 250 millones de euros para empresas y autónomos.

"NO PODEMOS VIVIR COMO SI EL VIRUS NO EXISTIERA"

Urkullu ha reconocido que cerrar la hostelería es una medida "dolorosa" y que tendrá "consecuencias económicas", motivo por el que el Ejecutivo la retrasó "todo lo posible". No obstante, ha explicado que finalmente fue necesario recurrir a esta medida porque era "imprescindible" poner freno a la transmisión comunitaria del virus.

"No podemos vivir como si el virus no existiera; las autoridades sanitarias recomiendan limitar al máximo la interacción social", ha afirmado, tras lo que ha recordado que Euskadi está en el escenario más grave contemplado en el plan de respuesta frente al la pandemia, 'Biziberri II'.

El lehendakari ha añadido que a la hora de adoptar este tipo de decisiones, el Ejecutivo trata en todo momento de "mantener un equilibrio entre el bien mayor de la salud pública y el mal menor, de entre los posibles, que son las medidas restrictivas".

Además, ha destacado que el sector, en el que ha reconocido que se ha realizado un "gran esfuerzo" para tratar de establecer espacios seguros frente al virus, "no es el culpable" de los contagios, y que evitarlos depende en gran medida de la responsabilidad individual de los ciudadanos. "La responsabilidad comienza en la actitud de cada persona; está en nuestra mano evitar el confinamiento general y el colapso sanitario", ha advertido.

"DEMAGOGIA" DE EH BILDU

Urkullu ha reprochado "la demagogia y el oportunismo" con el que EH Bildu está actuando en este asunto. De esa forma, ha explicado que frente a las objeciones que parece plantear ahora frente a las medidas adoptadas por el Gobierno, hace unos meses, en la primera ola de la pandemia, reclamaba el cierre de "toda" la actividad productiva. "Por vosotros, estaríamos sin industria, sin comedores, sin bares", ha manifestado.

El presidente del grupo PP+Cs, Carlos Iturgaiz, también ha preguntado a Urkullu sobre este asunto. Iturgaiz ha reclamado que el dinero destinado a "chiringuitos supérfluos" se asigne a medidas de apoyo a la hostelería, dado que los planes de ayudas actuales no llegan "ni a la mitad" de lo que reclama el sector.

En su respuesta, Urkullu ha explicado que el Gobierno está "dispuesto a compensar" a los hosteleros por las pérdidas que les ocasione el cierre de sus negocios. En este sentido, ha reiterado que esta es una medida "dura", pero que era necesario adoptarla "para evitar un colapso del sistema sanitario y para garantizar la salud pública".

El lehendakari también se ha referido, en respuesta al PP, que lo ha reivindicado, al modelo alemán de ayudas a la hostelería, por el que se compensa a los hosteleros por un importe equivalente al 75% de la facturación que obtuvieron en 2019. "No quería entrar en el modelo alemán. La pregunta queda en el aire: ¿estaríamos dispuestos a asumir el modeló alemán de ayuda del 75% de lo facturado en el mes? De lo facturado. ¿Estaríamos dispuestos?", se ha preguntado.

A raíz de esta última reflexión, Iturgaiz se ha preguntado si Urkullu ha querido "insinuar" que los hosteleros "no pagan impuestos". Por su parte, representantes de la asociación Euskal Herriko Tabernariak, que han seguido el debate desde la tribuna de invitados del Parlamento, han afirmado que desconocen si con dicho mensaje, Urkullu ha querido señalar a una posible práctica de "fraude" fiscal en la hostelería.

"No sabemos si ese era [el sentido] del comentario; pero si va por ahí, sería su problema", han manifestado los hosteleros, que han reiterado sus críticas a las ayudas del Gobierno, que consideran "insuficientes" y "tardías". "Es una pequeña tirita para una herida excesivamente grande", han indicado.