. El Parlamento de Navarra aprobó ayer una moción en la que insta al ente transfronterizo que la Comunidad Foral comparte con la CAV y Aquitania a incluir dos nuevos ejes en su plan estratégico. El debate y votación final, aprobada por unanimidad, no tendría mayor recorrido si no fuera porque la propuesta partía de la coalición Navarra Suma. Por primera vez en 20 años, la derecha navarra asumía una posición activa y propositiva en el órgano compartido con la CAV y Nueva Aquitania.

La Eurorregión ha sido un ente al que históricamente UPN le ha dado la espalda. La presencia de la CAV, y el temor a que aquello pudiera convertirse en un órgano territorial de peso político llevó a los regionalistas a abandonar en el año 2000 la entidad de la que fueron fundadores en 1992, con Juan Cruz Alli como presidente del Gobierno. El cambio de Gobierno de 2015 trajo la reincorporación de Navarra. Una apuesta europeísta que se mantiene con el nuevo Gobierno, y que todos los partidos asumen ya con normalidad.

También UPN, con sus pegas, sus peros y sus críticas a algunos de los proyectos que plantea la Eurorregión, pero asumiendo como natural una alianza interinstitucional a la que hasta ahora había sido reacia. “UPN es europeísta a ultranza”, subrayó ayerla portavoz de Navarra Suma, que aunque evitó justificar la salida de Navarra del proyecto en 2000, sí criticó que durante estos años “el Gobierno nacionalista de Euskadi” se haya atribuido en distintos ámbitos “una representación de Navarra que no le corresponde”. Críticas lógicas y previsibles de un partido como UPN, que sin embargo ayer dio un paso más, definitivo, al asumir que Navarra debe participar “como un actor principal” y “con sus propias propuestas”. “Queremos darle una oportunidad a todos los perfiles europeístas, pero con propuestas navarras”.