- La monarquía, protegida antaño por todo el sistema constitucional español y al margen hasta hace poco de los vaivenes políticos, se ha convertido en un elemento más del debate parlamentario y la figura de Felipe VI en un arma arrojadiza entre los líderes de las formaciones. Más si cabe tras ponerse el monarca fuera de la neutralidad que se le presupone al telefonear la semana pasada al presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, en medio de toda la polémica generada en torno al acto de entrega de despachos en Barcelona.

Ahora, la bronca se ha trasladado al Congreso, donde ayer Pedro Sánchez y Pablo Casado se enzarzaron en un debate sobre la defensa de la monarquía en el que Casado llamó “desleal” al presidente del Gobierno por no impedir “los ataques” al jefe de Estado de dos de sus ministros -Pablo Iglesias y Alberto Garzón-. La respuesta de Sánchez fue llamativa, ya que recomendó a los populares que “vayan con cuidado” en su defensa del rey, porque se puede repetir lo que pasó en Catalunya cuando el PP se erigió en defensor de la unidad de España frente al independentismo. “Y ya ve cómo acabamos”, añadió Sánchez, dejando entrever que el debate sobre monarquía o república puede ir a más y que la derecha no ayuda a la Casa Real con su férrea defensa de Felipe VI.

Pablo Casado, por su parte, afirmó que, a pesar de que Sánchez prometió lealtad al monarca en su condición de presidente, “mintió una vez más porque lleva dos años siendo desleal al tolerar los ataques” a la monarquía. Además, aseguró que la Justicia se administra en nombre de Felipe VI, que es “símbolo de la unidad y permanencia de la nación española”. El presidente del PP añadió que, si lo que se quiere es “cambiar el régimen”, lo que debe hacer el Gobierno es presentar una reforma constitucional y no “seguir subvirtiendo la legalidad cobardemente por la puerta de atrás”.

Dicho esto, reclamó a Sánchez que “cese a su Gobierno radical si le queda algo de dignidad institucional” y rompa con los grupos soberanistas catalanes, “que ya amenazan con otro golpe a la legalidad”. Por último, trasladó al Congreso que el “problema” del Estado no es la Constitución, la monarquía, la Unión Europea o la oposición, sino el propio presidente del Gobierno que “está degenerando las instituciones y arruinando a los españoles por un puñado de votos”.

En el turno de réplica, Pedro Sánchez afeó al líder del PP sus “provocaciones semanales” en la Cámara Baja y salió en defensa de su gestión al frente del Ejecutivo, que “protege el futuro y el presente de los españoles pero de las amenazas reales y no de las amenazas ficticias que se inventa el PP”. Así, citó ejemplos concretos de buena gestión como el acuerdo con los agentes sociales para extender los ERTE hasta el 31 de enero y la extensión de la prestación por cese de actividad a los autónomos.

Asimismo, aprovechó para pedir al PP que “abandone el bloqueo” del Consejo General del Poder Judicial, del Defensor del Pueblo o del Tribunal Constitucional. Sin embargo, Sánchez lamentó que el PP se limita a “insultar” y a “inventarse amenazas ficticias” contra la Casa Real. En este punto, reprochó a Pablo Casado que se “erija en defensor” de la monarquía. “Vaya usted con cuidado porque antes ustedes se erigieron en los supuestos defensores de la unidad de España frente al independentismo catalán y ya ve como acabamos, señoría”, advirtió el presidente del Gobierno.

Por su parte, el portavoz de ERC encendió los ánimos del hemiciclo al acusar a Felipe VI de tener simpatías por la extrema derecha. “Simplemente, una cosa muy gráfica. Vox tiene aquí desgraciadamente 52 diputados, pero en total tiene 53, porque tiene uno en Zarzuela, he aquí lo dramático”, ironizó Gabriel Rufián, que recordó también la vinculación de la monarquía con la dictadura franquista, mostrando una fotografía del dictador junto al actual monarca, cuando éste tenía diez años: “A Felipe VI le votó un español y es este, Francisco Franco. Tenía unos diez años él rey, un poco joven”.

Sus palabras provocaron una gran bronca en la bancada de la derecha y la ultraderecha y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, tuvo que pedir silencio en varias ocasiones. Rufián también criticó a la Justicia española, indicando que “en menos de 24 horas se ha condenado a un presidente por una pancarta (Quim Torra), se ha absuelto a un corrupto por una estafa (Rodrigo Rato) y se ha rebajado la pena de un profesor pederasta de un centro del Opus Dei”, en referencia al profesor del colegio Gaztelueta condenado por abusos sexuales.

García-Page critica a UP. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (PSOE), cargó contra los ministros de Unidas Podemos en el Gobierno tras las críticas que Pablo Iglesias y Alberto Garzón realizaron a Felipe VI. A juicio del ‘barón’ socialista, ambos se merecen “una llamada de atención, si no es un público desde luego en el Gobierno”. Asimismo, Page manifestó que apoya “por completo” el trabajo del actual monarca y de su padre, Juan Carlos I.

“Sánchez debe cesar a su Gobierno radical si le queda algo de dignidad institucional”

Presidente del PP

“Vox tiene 52 diputados pero en total son 53, porque tiene otro en La Zarzuela”

Portavoz de ERC en el Congreso

“El Gobierno protege a los ciudadanos de las amenazas reales, no de las que se inventa el PP”

Presidente del Gobierno