- Se ha desatado el último nudo. La redacción de los presupuestos vascos para el próximo año se encuentra en la pista de salida ahora que el consejero Pedro Azpiazu dispone de prácticamente todos los datos necesarios. Los gobiernos vasco y español cerraron ayer los últimos flecos de su acuerdo para permitir que las diputaciones forales y los ayuntamientos vascos tengan su propia capacidad de endeudamiento, al margen del techo de gasto que fija el Estado para las entidades locales de régimen común; y pactaron también el límite de déficit en el que podrá incurrir el Gobierno de Urkullu el año que viene, un dato capital para conocer el volumen de recursos públicos que va a tener el Ejecutivo vasco a su disposición para redactar las cuentas de 2021 sin recortes sociales y que se verá acompañado próximamente por las previsiones de recaudación en el Consejo Vasco de Finanzas. Según ha podido confirmar ete periódico, Azpiazu tiene previsto presentar en el Consejo de Gobierno del próximo martes las directrices presupuestarias. Las cuentas, el principal instrumento de todo gobierno para desplegar su programa, comienzan a tomar velocidad y provocan, por extensión, que despegue la acción del Ejecutivo PNV-PSE.

Ambos gobiernos ya habían pactado un límite de déficit del 2,6% para este año y, según avanzaron algunas fuentes a este periódico, con la suma de las diputaciones y los ayuntamientos quedará por encima del 3%. Falta por conocer la cifra concreta y la prevista para 2021. El acuerdo sobre el déficit es determinante para el Gobierno Vasco y también para el PNV, que estuvo en la cocina para actuar como palanca a favor de este entendimiento. Para los jeltzales, el pacto permite preservar el fuero y el huevo: el fuero, porque garantiza la singularidad vasca, y el huevo, porque va a permitir disponer de más dinero para hacer frente a la caída de la recaudación de impuestos y redactar unas Cuentas sin recortes sociales. Es una cuestión que va más allá de la filosofía o el simbolismo y toca al bolsillo ciudadano. El lehendakari Urkullu avanzó ayer que el marco presupyestario será prudente porque los primeros dos años serán duros, pero habrá una subida progresiva en los presupuestos. Será del 0,5% de media en 2021; del 1% en 2022; del 2% en 2023 y del 3% en 2024.

A este marco se le podrán sumar los fondos europeos, pero el Gobierno Vasco prefiere no hacer las cuentas de la lechera con un dinero que no llegará hasta el segundo semestre de 2021. Por ello, redactará los presupuestos con sus propios fondos y, en caso de que se confirmara la inyección europea, se descontaría del déficit. El Gobierno Vasco tiene la intención de implicar a más grupos en la aprobación de los presupuestos, pero en última instancia le queda el resorte de la mayoría absoluta que suman PNV y PSE y que les permite evitar un bloqueo parlamentario. En cualquier caso, los plazos están tasados y no llegarán a tiempo para aprobar las cuentas antes de que acabe el año, sino que el visto bueno final del Parlamento se prevé para enero o febrero.

La Comisión Mixta del Concierto Económico se reunirá hoy a las 17.00 horas de manera telemática, de modo que la delegación vasca participará en el encuentro desde Lakua, y la estatal se mantendrá en Madrid, severamente afectada por el coronavirus. La delegación vasca la van a liderar el consejero Azpiazu; la responsable de Autogobierno, Olatz Garamendi; la viceconsejera de Hacienda, Itziar Agirre, y los tres diputados generales.

Parlamento. EH Bildu elevó ayer el tono al registrar en el Parlamento Vasco una propuesta para crear una comisión especial de investigación sobre la gestión del vertedero de Zaldibar, cuyo derrumbe provocó la muerte de los trabajadores Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze. Pide a la Cámara que “utilice todas las herramientas a su alcance para esclarecer la tragedia y, si las hubiera, depurar responsabilidades políticas”. Tras defender que el caso está abierto en los tribunales porque “hay indicios de delito contra el medio ambiente y la seguridad de los trabajadores”, dijo que el Parlamento también debe esclarecer lo ocurrido.