Urkullu llama a la responsabilidad y avisa del riesgo de volver a situaciones “dramáticas”

Los datos de la última semana indican un aumento incesante de los contagios de la COVID-19 en Euskadi y se acercan a los niveles de los peores momentos del confinamiento allá por abril. Pese a la mala evolución epidemiológica, la situación hospitalaria es muy distinta a la de hace unos meses y esto se traduce en menos ingresados y de menor gravedad, un descenso importante en el número de fallecidos y los centros sanitarios lejos, de momento, de la saturación.

Para evitar llegar a este extremo, y a la luz de la evolución de la curva de contagios, el Gobierno Vasco ha decidido elevar el tono de su advertencia. Primero fue la consejera de Salud, Nekane Murga, la que el pasado jueves afirmó que Euskadi está ya ante la segunda oleada de la pandemia y que el virus “gana terreno” cada día, pidiendo a la ciudadanía que limite al máximo su actividad social. Ayer fue el lehendakari el que acompañó el mensaje de su consejera y advirtió de que “se corre el riesgo de volver a sufrir y soportar situaciones pasadas”, en referencia a los peores momentos de la pandemia, finales de marzo y abril, en los que el pico de contagios estaba desbocado y el número de fallecidos merodeaba el centenar.

En un artículo publicado en sus redes sociales, Urkullu se pregunta “¿qué nos está sucediendo para, tras los continuos mensajes graves por parte de la consejera de Salud y toda la información que a diario podemos ofrecer públicamente de la gravedad de la situación, sigamos asistiendo a la práctica de hábitos y comportamientos como si no hubiera existido el periodo del 13 de marzo al 18 de junio?”. La primera fecha se refiere al día en que el Gobierno Vasco decretó la emergencia sanitaria -al día siguiente Pedro Sánchez decretó el estado de alarma para el conjunto del Estado- y la segunda al fin de lo que denominó desescalada y desconfinamiento.

Tras hacer repaso a la situación en el ámbito asistencial en hospitales, residencias y hogares durante los peores momentos de la crisis sanitaria, Urkullu califica de “dramáticas” las consecuencias de aquella experiencia por el alto coste en vidas humanas y por las circunstancias “terribles” en las que estas se dieron en muchos casos, “en soledad y sin acompañamiento posible en el duelo por parte de familiares y allegados”. Sin embargo, lamenta que desde el fin del desconfinamiento y a la vista de los comportamientos que se están propudiendo, “corremos el riesgo de volver a sufrir y soportar situaciones pasadas”.

Urkullu concluye el comunicado preguntándose qué más hace falta para que la gente se comporte de acuerdo a la situación sanitaria y anuncia que seguirán analizando nuevas medidas que ayuden a seguir implantando los hábitos sanitarios que son necesarios en esta nueva normalidad. Termina la carta con un “responsabilidad y corresponsabilidad”.

En este sentido, advierte que, pese a los claros indicadores que el virus está al acecho y a los brotes focalizados en algunos municipios concretos y algunos locales, existe una percepción generalizada de que con la denominada nueva normalidad “el riesgo de la pandemia no va con nosotros y que en último extremo con someternos a las pruebas PCR ya está”.

Una parte importante del incremento de los contagios se atribuye al ocio nocturno en bares, discotecas y lonjas, así como en terrazas. Esto ha llevado en algunos casos a tomar medidas puntuales en este tipo de establecimientos, limitando aforos y restringiendo horarios.

El lehendakari reconoce que estas medidas “han sido decisiones difíciles” y asegura ser consciente de lo que supone para este sector, pero lo defiende porque “la realidad es la que es” y además considera que no solo pasa en Euskadi ni en el Estado español, ya que se han aplicado “medidas similares o parecidas” en la lucha contra la pandemia en Corea del Sur, Alemania, Austria, Francia, Dinamarca o Bélgica. Afirma que están analizando la situación en los países vecinos, pero no ve mucha diferencia con las medidas adoptadas salvo un toque de queda, medida adoptada por algunos países latinoamericanos, Australia en la ciudad de Melbourne, Sudáfrica y otros países africanos.

El lehendakari defiende la gestión de su gabinete y subraya que se cuenta con el Plan Bizi Berri en el que se analiza diariamente la evolución epidemiológica y se vigilan y rastrean los casos y contactos. También destaca que la comunicación con el Ministerio de Sanidad es “constante”, así como con el resto de responsables de Salud de las comunidades autónomas “con un espíritu colaborativo”. En este sentido, rechaza las comparaciones de las situaciones de cada autonomía porque considera que son cambiantes con el tiempo. “No es cuestión de pensar que en una comunidad están mejor que en otra porque lo estén haciendo mejor”, remarca.

Bakartxo Tejeria. La recién reelegida presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, afirmó ayer que contempla celebrar plenos en la Cámara vasca con aforo reducido si el coronavirus “va ganando terreno”. Tejeria, en una entrevista en la Ser, aclaró que en la actualidad no se está en esa situación, pero indicó que “si el virus va ganando terreno y la situación requiere que el aforo se merme, se hará”, reduciendo el número de parlamentarios presentes y recurriendo a votos delegados. Ante el aumento de contagios en Euskadi, señaló que “ya se estaba anunciando” que la situación podía empeorar. “Por algo se hicieron las elecciones cuando se hicieron”, indicó.

“¿Qué está pasando para actuar como si nada hubiera pasado con toda la información que hay?”

“Parece que el riesgo del virus no va con nosotros y que con hacernos las pruebas del PCR ya está”

Lehendakari