- Un comando integrado por tres miembros de ETA mató hace dos décadas al exgobernador civil de Gipuzkoa Juan Mari Jáuregui. Su viuda, Maixabel Lasa, se reunió años más tarde con dos de sus asesinos, acogidos a la vía Nanclares, un camino para los miembros de ETA arrepentidos que ella cree que debería haber tenido continuidad. Esos encuentros los “cortó de raíz” el Gobierno del PP, señaló ayer Lasa. “No hubo mucha gente que participara. Si hubieran dejado seguir, ahora estaríamos hablando de más personas, tanto de víctimas como de victimarios, estos últimos haciendo autocrítica de su pasado”, afirma. Además de la propia Lasa, su hija María también apuntó que la vía Nanclares “funcionaba” y “fue una pena que el PP lo paralizara al llegar al Gobierno”.

Lasa señaló que desde que ETA renunció a las armas se han dado “pasos importantes para la convivencia”, aunque entiende que queda la parte “prioritaria”, la de establecer “el relato para la generación que viene por detrás”.