donostia - Los socialistas no han tardado en recoger el guante de Carles Puigdemont después de que este rebajara las exigencias de la mesa entre gobiernos al situar el reconocimiento de Catalunya como nación como condición para avanzar en el diálogo. Fue el secretario de organización del PSC y ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien replicó al exjefe del Govern que los socialistas catalanes siempre han admitido esa consideración: "Si esta es la demanda, por parte del PSC no habrá ningún problema", subrayó. "Creo que los socialistas catalanes venimos diciendo desde siempre que Catalunya es una nación. Me sorprenden un poco a veces las reivindicaciones que llegan", reflexionó Illa, para quien, en cualquier caso, serán los delegados de la Generalitat, encabezados por Quim Torra, quienes deban plantear este requerimiento en la próxima reunión de la mesa.

En la misma línea, la diputada del Parlament Alícia Romero destacó que "la Constitución española dice que existen nacionalidades y que Catalunya es una de ellas, y nuestro Estatut dice que Catalunya es una nación". "No sé quién más le tiene que decir al presidente Puigdemont que Catalunya es una nación. Creo que todo son excusas de mal pagador. Si quiere que se lo diga el presidente Sánchez, que se lo pidan sus delegados en la mesa. A veces parece que se quiere mantener vivo un debate que no existe", argumentó la dirigente socialista.

En este escenario, el Govern tuvo que salir ayer al paso para precisar, por boca del vicepresident Pere Aragonés, que el Ejecutivo catalán ya planteó en la primera reunión de la mesa de negociación con el Gobierno de Sánchez sus objetivos: referéndum de independencia y amnistía para los líderes soberanistas en prisión. "Todas las propuestas que acompañen a estos objetivos de referéndum y amnistía serán bienvenidas. Que Catalunya es una nación es un hecho. Bienvenidos sean los reconocimientos, pero ya lo hemos reconocido nosotros", replicó el republicano, que lamentó la "causa general contra el independentismo en forma de represión".

Por su parte, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, entiende que la posibilidad de que el Gobierno español reconozca en la mesa de diálogo que Catalunya es nación "sería un reconocimiento importante", pero sospecha de que el PSOE no lo aceptará. "No tengo claro que el PSOE lo recoja de manera inmediata", apostilló la dirigente posconvergente, para quien la mesa de diálogo entre gobiernos "no puede ser la excusa para la desmovilización o para diluir los planteamientos" que ha defendido el independentismo hasta ahora. Budó destacó que "la movilización y el diálogo van de la mano", y que son dos aspectos compatibles.

"No tengo claro que el PSOE recoja de una manera inmediata este reconocimiento"

meritxell budó

Portavoz del Govern