- El presidente ruso, Vladímir Putin, abogó ayer por el “restablecimiento” de una alianza con Europa y por dejar de cargar con “malentendidos” y “agravios” del pasado en una columna que publicada por el diario Zeit en el 80 aniversario de la invasión de la Unión Soviética por parte de la Alemania nazi. “Quiero subrayarlo una vez más: Rusia aboga por el restablecimiento de una amplia cooperación con Europa”, señala Putin.

En un mundo que se desarrolla de forma dinámica y se tiene que enfrentar a siempre nuevos desafíos y amenazas, “sencillamente no nos podemos permitir arrastrar la carga de malentendidos, agravios, conflictos y errores del pasado”, que suponen un obstáculo para la resolución de problemas actuales, afirma. “Estamos convencidos de que tenemos que reconocer todos estos errores y corregirlos. Nuestro objetivo común e incuestionable es garantizar la seguridad del continente sin líneas divisorias y un espacio homogéneo para una cooperación en igualdad de condiciones y el desarrollo colectivo para la prosperidad de Europa y de todo el mundo”, asegur.

Según Putin, la historia de la posguerra en la gran Europa ha puesto de manifiesto que la prosperidad y la seguridad del continente sólo son posibles con el esfuerzo colectivo de “todos los países, incluida Rusia”. Afirma, además, que Rusia está abierta a “una cooperación justa y creativa”. Por ejemplo, con el establecimiento de un espacio común de cooperación y seguridad “desde el Atlántico al Pacífico”.

En ese sentido alude al “desastroso estado” en el que se encuentra el sistema de seguridad europeo, con un aumento de las tensiones y “el riesgo palpable de una nueva carrera armamentística”, y a las grandes opciones de ofrece una cooperación y que se están dejando pasar.

En el artículo, Putin subraya que “la histórica reconciliación” entre el pueblo soviético y los alemanes de ambos bloques y con la Alemania reunificada desempeñó un “colosal papel” en el diseño de una Europa capaz de superar el distanciamiento y recuperar la confianza y el respeto mutuo tras “las tragedias europeas de la primera mitad del siglo pasado”.

El origen de la “creciente desconfianza mutua” en Europa tras la Guerra Fría se encuentra en el “avance” de la OTAN hacia el Este, que comenzó cuando la cúpula soviética fue convencida de dar su visto bueno al ingreso de la Alemania reunificada a la Alianza Atlántica, afirma.

Este enfoque se contradice con la postura de Rusia, que en “la lógica de una gran Europa unida por valores e intereses comunes” quería establecer lazos con los europeos, agrega. Las consecuencias de esta “política agresiva” encuentra un claro ejemplo en “la tragedia ucraniana de 2014”, en la que “Europa apoyó de manera activa el golpe de Estado armado en Ucrania” organizado por Estados Unidos que provocó “la división interna” y “la salida de Crimea” de Ucrania, defiende.

El diario Zeit, por su parte, recuerda que tanto el Gobierno alemán como la Unión Europea hablan de “violación del derecho internacional” y de la “anexión” de Crimea por parte de Rusia.

Por contra, la ministra alemana de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, defendió ayer en Praga la prevista reforma de la OTAN como necesaria para hacer frente a “las amenazas de Rusia y China”. “La reforma de la OTAN hasta el 2030 es clave porque sin ese esfuerzo común no podremos afrontar las amenazas de Rusia y China”, aseguró Kramp-Karrenbauer en su intervención telemática en la octava edición de la conferencia “Nuestra seguridad no es algo por descontado” que se celebra en la capital checa.

En un contexto de enfriamiento de relaciones con el Kremlin, cuando el Consejo OTAN-Rusia lleva años sin reunirse, y tras el reciente despliegue masivo de tropas rusas en la frontera con Ucrania, la política alemana constató que “Moscú no tiene interés en cooperar con Occidente”. “Tenemos una verdadera amenaza en el flanco oriental de Europa de la OTAN”, insistió Kramp-Karrenbauer, al justificar los pasos acordados por los líderes de la Alianza Atlántica la semana pasada en la cumbre de Bruselas.

En dicha cumbre, la OTAN situó a China claramente como una amenaza para su seguridad, y apostó también por poner en marcha un proceso de adaptación para mejorar su respuesta ante desafíos como la agresividad de Rusia, los ciberataques o el cambio climático. “China usa su poder económico para vetar ciertos pasos e intenta dividir a Europa, y Rusia tiene ambiciones similares”, recordó también hoy la ex líder de los democristianos alemanes. “Aunque el poder económico de Rusia es débil, es fuerte con su propaganda y desinformación”, continuó Kramp-Karrenbauer.

Por su parte, el ministro checo de Exteriores, Jakub Kulhánek, instó por su parte a Moscú a abstenerse en el futuro de “provocaciones inútiles” como algunas del pasado, entre las que citó incluir a Estados Unidos y la República Checa en la lista de países enemigos.

También el ministro de Defensa eslovaco, Jaroslav Nad, coincidió en que Rusia “es un amenaza seria en el contexto geopolítico”, con sus “anexión inaceptable” de Crimea y su presencia militar en Siria y Libia.

Cumbre en Ginebra. El embajador de Estados Unidos en Rusia regresará a Moscú esta misma semana, informó ayer el Departamento de Estado estadounidense, tras la cumbre celebrada el pasado miércoles entre los presidentes de ambos países en la que acordaron la vuelta de sus respectivos embajadores a sus puestos. “El embajador John Sullivan regresará a Moscú esta semana, puesto que seguimos comprometidos con el mantenimiento de canales de comunicación abiertos con el Gobierno ruso”, indicó en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. Por su parte, Anatoly Antónov, embajador ruso en EEUU ya regresó el domingo a Washington para retomar sus labores.