Un total de cinco personas fueron apuñaladas en Ámsterdam la pasada noche, y uno de ellos, un hombre de 64 años, murió en el acto, y la Policía neerlandesa ha detenido este sábado al sospechoso, un joven de 29 años, aunque no están todavía claras sus motivaciones.

En un comunicado, la Policía explicó que el incidente tuvo lugar en el barrio de De Pijp y confirmó el arresto del detenido, tras registrar su casa por la noche y confiscar soportes de datos y un coche, además de conversar con varios testigos del incidente.

Algunos de ellos describieron el comportamiento del sospechoso de "confuso", añade la nota.

Los agentes "asumen" que el arrestado es responsable de todos los incidentes y será interrogado hoy mismo, aunque "hasta ahora no se han encontrado indicios de un motivo terrorista, pero el equipo de investigación mantiene abiertas todas las opciones", incluidas el posible uso de drogas por parte del sospechoso.

El arrestado no estaba en las listas de la policía o la justicia por antecedentes violentos, y solo tenía "algunas infracciones de tráfico", y "hasta la fecha, la investigación no parece vincular a las victimas", subraya la Policía.

El incidente tuvo lugar en dos calles cercanas una a la otra: la primera víctima, mortal, era un hombre de 64 años, mientras que las otras cuatro, que tienen edades de entre 21 y 28 años, fueron atacadas en una misma calle y se encuentran todavía ingresadas en el hospital por las heridas del apuñalamiento.

Este apuñalamiento se produce tan solo unos días después de un atraco a mano armada a una empresa que trabaja con metales preciosos en Ámsterdam, un robo que provocó un tiroteo entre la Policía y los ladrones, ciudadanos franceses y belgas, y terminó en una persecución por los campos cercanos a la aldea de Broek en Waterland.

Cuatro hombres fueron arrestados en esa pequeña aldea, donde dejaron sus coches tirados e intentaron escapar; un quinto involucrado murió en un intercambio de disparos con los agentes, y un sexto sospechosos fue arrestado en Róterdam más tarde.

Según el oficial de la policía Frank Paauw, se han recuperado ya todos los objetos robados, y el diario De Telegraaf subrayó que la banda buscaba un botín de oro y diamantes valorado en unos 50 millones de euros.