- El papel de la Cámara de Representantes se erige esencial ante un hipotético caso de empate entre el candidato republicano, Donald Trump, y el demócrata Joe Biden. Ambos aspirantes a la Casa Blanca necesitan 270 votos de los compromisarios para acceder a la presidencia, pero puede ocurrir, como en otras dos ocasiones en la historia, que haya un empate técnico a 269 votos.

La enmienda 12 de la Constitución establece que es la Cámara Baja, como órgano representativo estadounidense, el encargado de elegir al presidente. Así, habría que atender a los resultados de la Cámara de Representantes para decidir el nuevo presidente y, con los resultados escrutados, serían los demócratas, con 195 escaños en la Cámara, aunque con una victoria más ajustada que la de los comicios pasados, los que auparían a Biden a la presidencia.

Sin embargo, no ocurre los mismo en cuanto a la vicepresidencia. La ley electoral en EEUU determina que es el presidente del Senado es el encargado de optar por un candidato en caso de empate electoral. En este caso tendrían que elegir entre el republicano Mike Pence o la demócrata Kamala Harris, que podría ser vicepresidenta de Estados Unidos y, a su vez, presidenta de la Cámara Alta.

Esta situación se ha dado dos veces en la historia. Thomas Jefferson y Aaron Burr recibieron los mismos votos en el año 1801, aunque Burr competía como vicepresidente, según el procedimiento vigente en la época. El Congreso convirtió a Jefferson en el tercer presidente estadounidense, después de 36 votaciones seguidas.

En 1825, John Quincy Adams y Andrew Jackson tampoco recibieron la mayoría absoluta de los votos electorales. La Cámara eligió presidente a John Quincy Adams, el sexto en ocupar el cargo, a pesar de que Jackson obtuvo más votos populares. Exactamente lo que le ocurrió a Hillary Clinton en 2016: ella obtuvo más votos de los ciudadanos, pero Trump ganó por arrebatar a los demócratas Pensilvania, Michigan y Wisconsin.